Extremadura podrá cumplir los objetivos de estabilidad presupuestaria «sin recortes», pero es necesario un modelo de financiación adecuado a los «gastos sociales» y que palíe principalmente el problema de los ingresos. Son las dos cuestiones en las que ayer puso el acento la Consejera de Hacienda Pilar Blanco-Morales tras la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que se celebró ayer en Madrid, y en el que se aprobó la senda de déficit para los próximos años.

La reunión estuvo presidida por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y se cerró con un acuerdo que incluye un déficit máximo del 0,7% para este año y del 0,6% para el 2017, tal y como había pedido Extremadura, que se abstuvo en la votación. Para el año 2018 el tope de déficit de las comunidades autónomas se situará en el 0,3%. El acuerdo se verá hoy en el consejo de Ministros para ratificarlo.

Blanco-Morales, que ostenta la vicepresidencia rotatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera, señaló que aunque Extremadura puede cumplir los objetivos de estabilidad presupuestaria «sin recortes», «urge» definir un modelo de financiación adecuado a los «gastos sociales» y que palíe principalmente el problema de los ingresos. Además incidió en que «retocar una décima menos la senda del déficit», como habían pedido algunas comunidades, no soluciona el asunto principal, un «reparto injusto» entre el Estado y las autonomías.

La consejera destacó además que en el encuentro de ayer «se ha avanzado» en establecer en un futuro «un método para calcular» el reparto en función del gasto de cada región y, principalmente, en el ámbito de los servicios sociales. Para Blanco-Morales, la reforma del sistema de financiación tuvo ayer por tanto «un pistoletazo de salida», pero no se ha tratado a fondo, por lo que es un asunto que se incluirá en el orden del día de la Conferencia de Presidentes Autonómicos que se llevará a cabo en enero.

reforma profunda/Tras la reunión, otras comunidades además de Extremadur (principalmente las gobernadas por el PSOE), insistieron en que se acometa esa tarea con «urgencia» para asegurar una adecuada financiación y prestación de los servicios públicos esenciales, que es algo que requiere una reforma «profunda» y no sólo medidas específicas, como la subida del techo de déficit al 0,6%.

Los nuevos objetivos de déficit se aprobaron con ocho votos a favor, tres en contra --los de Cataluña, Baleares y Valencia-- y seis abstenciones, entre ellas la de Extremadura. Esa décima supone que la región dispondrá de 113 millones más en 2017 para gastar.

La nueva senda de déficit es fruto de una acuerdo previo alcanzado entre el Gobierno y el PSOE, y que incluye un paquete de medidas más amplio, entre ellas una subida del salario mínimo interprofesional. El ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, había situado inicialmente el déficit máximo para el próximo año una décima por debajo (en el 0,5%), sin embargo ayer por la mañana el Ejecutivo central cerró un acuerdo con el PSOE con las cifras que reivindicaban las comunidades socialistas.