Extremadura destina cerca de tres millones de euros a investigación clínica, lo que ha permitido poner en marcha 32 ensayos de diferentes niveles como proyectos en I+D (investigación y desarrollo), lo que contribuirá a mejorar las prácticas clínicas y los diagnósticos de las enfermedades. Así lo asegura la consejera de Sanidad, María Jesús Mejuto, durante la clausura de las jornadas Ensayos clínicos como vehículos para el desarrollo en investigación. Nuevas expectativas en I+D para la salud, que han servido, según Mejuto, para sensibilizar a administración pública, colectivos, profesionales de la salud y comunidad científica sobre la necesidad de colaborar entre todos en el ámbito de la investigación.La consejera explica, según informa Efe, que la I+D es una apuesta de la consejería, ya que sus resultados contribuyen a la mejora de las prácticas clínicas de las terapias y los diagnósticos.Mejuto informa de que en los ensayos clínicos se valoran las sustancias que se utilizan para diagnosticar las enfermedades y se incrementa la eficacia y la calidad asistencial.A pesar de que la cantidad que Extremadura invierte en ello "es escasa", Mejuto dice que la comunidad sigue avanzando y que debe racionar el reparto económico en periodos de crisis, sin olvidar que la investigación a largo plazo ofrece "importantes beneficios y productividad".El ponente Daniel Fernández Bergés-Gurrea, investigador principal del Grupo de Investigación Multidisciplinar Extremeño, afirma que aunque hay avances en "la informatización de consultas, ingresos, diagnóstico y tratamientos, falta reglamentar la investigación en el ámbito asistencial, motivar al personal, una inversión externa en investigación, una evaluación periódica de todo el proceso y un consenso".Las jornadas han sido promovidas por la Fundación para la Formación y la Investigación de los profesionales de las Ciencias de la Salud de Extremadura (Fundesalud) y con la colaboración de Bayer HealthCare.