La XVII Caravana Extremeña por la Paz, que ha conseguido recaudar en esta ocasión más de tres toneladas de alimentos no perecederos y que incluye por primera vez productos para celíacos, partirá el próximo día 10 del puerto de Alicante con destino a los campamentos de refugiados saharauis.

La delegada del Gobierno saharaui en Extremadura, Fatma Braghim Salem, ha atendido hoy a los medios para informar de la partida del furgón con alimentos y otros materiales hacia el Sahara.

Se trata de una de las dos caravanas que se hacen anualmente y en la que por primera vez se ha pedido alimentación para los celíacos para paliar las necesidades de esta población que no tolera el gluten.

Ya se encuentran en Alicante 600 kilos recaudados por la Asociación de Celíacos de Extremadura (ACEX), que colabora con el pueblo saharaui, a los que se sumarán tres toneladas de alimentos procedentes de la recogida popular, además de mantas y ropas.

Este envío de ayuda humanitaria partirá el día 10 desde Alicante y está previsto que llegue a Orán, Argelia, el día 11, donde están esperando los conductores saharauis del Ministerio de Cooperación que, durante tres días, trasladarán vía terrestre esta ayuda a los campamentos saharauis.

Fatma Braghim Salem ha agradecido a la sociedad extremeña su "solidaridad desinteresada" ya que, a pesar del difícil momento que atraviesa la comunidad y el país, "las familias necesitadas han dado, de los dos o tres kilos que tienen, uno al pueblo saharaui", y "por muy poco que les parezca a ellos, para nosotros es mucho".

Ha subrayado que, detrás de la "precaria" situación del pueblo saharaui, hay un "motivo político", al tiempo que ha indicado al Gobierno central, éste y el anterior, que siempre dicen tener una "deuda pendiente" con ellos, que "nunca es tarde para rectificar".

Por este motivo, ha solicitado al Ejecutivo que defienda las resoluciones de Naciones Unidas, que "sean neutrales de verdad" y que el pueblo saharaui no sea la "moneda de cambio" con las relaciones que mantienen con su "agresor" y "amigo para España, Marruecos".

Ha precisado que el objetivo de la población saharaui no es que España rompa sus relaciones diplomáticas y económicas con Marruecos, sino que lo que quieren es la paz y la independencia del Sahara Occidental, después de 40 años de hacer "la vista gorda".

Ha destacado que el pueblo saharaui "no se ablanda" y ha reiterado su reivindicación de celebrar un referéndum inmediato.

Igualmente, ha defendido la riqueza de su territorio, lo que les permitiría vivir sin la ayuda humanitaria, pero que está siendo "explotada" por otros, como "el banco sahariano de pesca, yacimientos de fosfatos de Brucá y hasta la arena".