La caída de ingresos tributarios de las autonomías está plenamente consolidada aunque Extremadura es la única comunidad entre las que tienen régimen común --todas menos Navarra y Euskadi-- que registra un retroceso de solo un dígito, el 5,3%.

En conjunto, experimentaron hasta el pasado 30 de junio un desplome de su recaudación por tributos cedidos del 34,9%, hasta los 7.355 millones de euros. Dentro de ese capítulo se incluyen, por orden de importancia, los gravámenes de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP y AJD), sucesiones y donaciones, tasas de juego y patrimonio, todos ellos afectados por una actividad económica al ralentí y, por tanto, una recaudación inferior a la de hace un año.

Los resultados obtenidos durante el primer semestre de este año suponen que, hasta la mitad del ejercicio, las comunidades autónomas han dejado de ingresar casi 4.000 millones menos que en el mismo periodo del año pasado, según las cifras que han facilitado al Ministerio de Economía y Hacienda. De seguir la caída al ritmo actual, la recaudación se verá reducida este año en unos 8.000 millones de euros. Es un elemento más a tener en cuenta en la actual discusión del nuevo sistema de financiación autonómica y un auténtico sudoku que el titular de Economía, Pedro Solbes, deberá resolver.

Las comunidades valenciana, murciana y cántabra encabezan los retrocesos, con caídas de ingresos del 42,5%, el 42,1% y el 38,6%, respectivamente, si bien el descenso afecta a todas las autonomías. Entre las autonomías con mayor volumen de recursos, además de Valencia, destacan los fuertes descensos de Madrid (37,1%), Cataluña (35%) y Andalucía (34,5%).

La caída de la recaudación, que comenzó a gestarse durante la segunda mitad del año pasado, a la vez que el inicio de la crisis inmobiliaria, afecta a todas las figuras impositivas, incluida la tasa del juego. Con todo, es en transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP y AJD), impuestos estrechamente vinculados a la construcción, donde se registran auténticos desplomes cercanos al 50%.

El grueso del recorte de los ingresos --entorno a 3.800 millones-- proviene de esos impuestos ligados a la actividad inmobiliaria. Estos gravámenes suponen, en promedio, el 69,4% del total de los ingresos autonómicos por tributos cedidos. Aunque ahora, este impuesto aporta casi 10 puntos menos que el año pasado. En cambio, ha ganado peso porcentual el impuesto de sucesiones, con 1.290 millones y un descenso del 2,6%, pero que ha pasado de suponer el 11,7% del total de este tipo de impuestos, al 17,5%. En este apartado impactan esencialmente las medidas de recorte aplicadas por algunas comunidades como la de Madrid y otras también gobernadas por el PP, donde los familiares directos están prácticamente eximidos del tributo.

Pero no es el único impuesto afectado. El tributo de patrimonio, que dejará de cobrarse en el 2009, registró una caída del 13%. Y, en el capítulo de impuestos concertados --no incluidos en la suma de ingresos por impuestos cedidos--, destaca también la reducción del 3,2%, hasta 2.458 millones, en la recaudación del IVA. Aunque, gracias a la cesión del IRPF y otros gravámenes sobre los que las comunidades tienen derecho a una parte, la merma de ingresos ha sido menor.