Solo una de las 745 denuncias presentadas por violencia de género entre los meses de abril y junio de este año ha sido por parte de familiares de la víctima. Es un revelador dato que constata que aún queda mucho trabajo por hacer en la implicación del entorno más cercano cuando una mujer está sufriendo agresiones por parte de su pareja o expareja. Esa cifra es solo una más de una realidad que sigue abriendo heridas y sembrando miedos.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) hizo públicos ayer los datos sobre violencia de género correspondientes al segundo trimestre del año. Las denuncias y las órdenes de protección siguen al alza con respecto a los años anteriores. En concreto, entre abril y junio, 709 mujeres residentes en la región aparecen como víctimas en los juzgados extremeños, lo que supone una media de ocho cada día las que sufren malos tratos en la comunidad. Significa un incremento del 7,2% en relación al mismo periodo de 2016 y de un 11% con respecto al primer trimestre de este 2017. Las medidas de seguridad (que se valoran en función del nivel de riesgo tras una entrevista con la policía, quien determina cuál es su situación de peligro) también han subido ligeramente. En esos tres meses que se analizan hubo 149 mujeres con órdenes de protección activas, dos más que entre enero y marzo. Y en cuanto a las denuncias (la cifra es de 745, mayor que el número de víctimas porque, entre otros motivos, hay algunas que se retiran), éstas se incrementaron un 12,4% con respecto al pasado año.

Pero tal y como recuerda Elisa Barrientos, directora del Imex (Instituto de la Mujer en Extremadura), este aumento no significa que haya más casos de violencia de género, «sino que hay más mujeres que dan el paso», por lo que esta lacra social es más visible.

Los datos del CGPJ dicen que un 72% de las denuncias registradas en Extremadura fueron presentadas por la propia víctima, bien directamente en el juzgado (14) o a través de atestados policiales (523).

A NIVEL NACIONAL / En el conjunto nacional las denuncias han aumentado un 18% respecto al mismo periodo del 2016 y la cifra es ligeramente superior a la registrada en el primer trimestre de este año. La realidad es que en España 13.500 mujeres denuncian violencia machista cada mes. Implica una tasa de 17,04 víctimas por cada 10.000 mujeres (en Extremadura es de 13,08).

Otro dato llamativo a nivel nacional es que en un 50% de los casos, la relación de pareja (cónyuge o relación afectiva) se mantenía en el momento de la solicitud de la orden de protección. La cifra desciende en dos puntos respecto a 2016.

El nuevo informe del CGPJ pone otra vez en evidencia que la violencia de género sigue siendo uno de los principales problemas de la sociedad. La última tragedia ocurrió hace solo dos días. Fue en Almería: un hombre mató a su mujer y luego se suicidó. La pareja tenía una hija de 8 años, que queda huérfana.

Se convertía así en la víctima mortal número 49 (42 mujeres y siete menores) en España en lo que va de año. Un fracaso más de un sistema que sigue contaminado de una cultura machista en la que las asociaciones que trabajan contra esta lacra, como Malvaluna, con sede en Mérida, ponen el foco para reivindicar que es necesario apostar por la educación en colegios e institutos. Sobre todo, porque el perfil de agresor y las relaciones basadas en el control están muy presentes en la adolescencia.