Llega fin de año y la mayoría de los extremeños se apresuran ya a empezar una lista con los propósitos de nueva etapa. Y como cada año, en pocos hogares de la región se encuentra algo relacionado con la jubilación. Al menos en los que habitan inquilinos más jóvenes. Y es que un estudio de Nationale Nederlanden estima que es no hasta los 42 años cuando los extremeños empiezan a pensar en el dinero que cobrarán cuando se jubilen.

Este estudio pone de relieve que «existe un alto grado de desconocimiento y despreocupación en cuanto a la pensión» y revela que apenas dos de cada diez extremeños conoce la cuantía que cobrará cuando se jubile y cuatro de cada diez sabe cuál es el periodo de tiempo mínimo que tiene que cotizar para tener acceso a una prestación de la Seguridad Social.

Esta indiferencia relativa ante el futuro está motivada por la coyuntura laboral de los trabajadores de la región, que argumentan que su situación actual no les permite tener capacidad de ahorro. Hastas un 38% de los encuestados asevera que con el empleo que tienen no puede plantearse un plan de ahorro o inversión para complementar su pensión pública. En ese mismo sentido, casi la mitad de los trabajadores afirma que no contrata ningún producto de inversión complementario a lo que cotizan porque advierten su jubilación como «algo lejano» en el tiempo o piensan que «no les hará falta».

Los 65, la edad ideal

Más allá de la dejadez que muestran sobre las pensiones privadas, los extremeños ponen de manifiesto dos preocupaciones, según corrobora un informe de la fundación Mapfre. Aunque confiesan que los 65 es su edad soñada para decir adiós a la vida laboral como el resto de españoles, más de la mitad asume que tardará al menos un año más en retirarse. Los menos optimistas calculan que no dejarán de ejercer hasta los 70 años.

La segunda inquietud revela desesperanza entre los extremeños sobre las remuneraciones. Más de un 80% cree que su pensión será insuficiente para poder mantener su nivel de vida y el 74,3% de los extremeños estima que su pensión no llegará a los 900 euros. Extremadura es junto a Andalucía (70,5%) la comunidad con menos expectativas sobre sus pensiones.

Los más ahorradores

Por comunidades, los españoles que más invierten en su jubilación proceden de País Vasco, Asturias y Madrid -Andalucía y Baleares, los que menos- y la mayoría lo hace con un plan de pensiones o a través de una vivienda para alquilar. Entre los motivos que argumentan para ahorrar se encuentra en primer lugar porque no confían en llegar a alcanzar una pensión pública (49%), otros lo hacen porque quieren tener un complemento para tener un nivel de vida cercano al que tienen durante su vida laboral (43%). Otro tanto por ciento más reducido lo hace para cubrirse por si pierde algún poder adquisitivo (16%), por incentivos fiscales (16%) o para tener un seguro de vida (14%).

Por comunidades, la región se encuentra junto a Canarias y Baleares entre los partidarios de establecer un modelo complementario vinculado a la vida laboral con un 43%, a un 33% le da igual un modelo que otro y el 23% se declara contrario a este sistema.