Extremadura perdió más de 300 comercios tradicionales durante el pasado año, según datos de la Confederación Extremeña de Comercio (Confeco), una cifra que se incrementa de manera progresiva durante los últimos ejercicios debido a la crisis que atraviesa el sector. El presidente de Confeco, Enrique Barrasa, explica a Efe que desde la crisis económica el comercio tradicional extremeño mantiene una tendencia a la baja debido a la caída del consumo, agravada por las ventas online. Esta situación ha provocado que en los últimos cuatro años se hayan perdido casi 1.000 comercios en Extremadura, de ellos más de 300 el pasado ejercicio.

Una situación de la que no es ajena el resto de España, que perdió casi 3.000 comercios en 2016, unos 7.000 un año después, 10.000 en 2018 y 12.000 en 2019, según los datos de la entidad. El presidente de Confeco es pesimista respecto al futuro del sector, pues «la situación económica no mejora y el consumo parece estancado», a lo que se une la competencia de Internet y de las grandes superficies. A ello se añaden también, según apunta, decisiones que complican que los negocios prosperen, como por ejemplo la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), pues no permite obtener rentabilidad ni acometer contrataciones.

Los datos de ventas de las primeras semanas de 2020 corroboran además la «difícil» situación que atraviesa el sector regional.Barrasa no descarta que en muchos municipios extremeños se llegue incluso a problemas de abastecimiento ante la oleada de cierres de pequeñas tiendas ya producidos o previstos. En los centros de las ciudades, como ocurre en el resto de urbes españolas, la situación no es mejor, pues «solo hay que ver la cantidad de locales vacíos en las calles de los cascos antiguos». Barrasa advierte que «ya se empieza escuchar que algunas grandes superficies podrían dejar la comunidad» ante la progresiva pérdida de población en Extremadura y el descenso del consumo.