La red bancaria sigue desinflándose. Las entidades financieras continúan perdiendo posiciones año tras año desde que comenzara la crisis económica. La rebaja de su volumen de negocio, la reestructuración en la que está sumida el sector financiero y la progresiva implantación de la banca digital conlleva una continua disminución del número de sucursales bancarias presentes en todas las ciudades.

Estos tres factores son principalmente los responsables de que Extremadura haya perdido 174 oficinas bancarias (entre bancos, grupos de caja de ahorros y cooperativas de crédito) en los últimos siete años, casi un 15% del total. En septiembre del 2008 sumaba 1.204 sucursales de crédito repartidas por la comunidad y actualmente no supera las 1.030, según las últimas estadísticas publicadas por el Banco de España con datos de septiembre del 2015.

Por provincias, Badajoz se ha llevado el recorte principal en términos absolutos. Desde el año 2008 la provincia pacense ha cerrado 108 oficinas frente a las 67 menos que hay en la provincia de Cáceres, aunque en ambos casos representa una rebaja del 15% respecto al total.

La caída de la red bancaria que experimenta la región es una tendencia generalizada en el conjunto del país. España ha perdido desde el 2008 un 32% de sus oficinas, pasando de las más de 46.100 registradas hace siete años a las 31.300 actuales, el mismo número de oficinas que existía en el año 1984. Así, la caída experimentada en Extremadura es inferior al conjunto del país (se queda en el 15%). A la cabeza están la Comunidad Valenciana y Cataluña con una rebaja superior al 40% en los últimos siete años, según los datos del Banco de España.

Un reciente estudio realizado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) señala además que Extremadura concentra la mayor cantidad de sucursales por habitantes. En la provincia de Badajoz hay una oficina bancaria por cada 1.061 habitantes y en la de Cáceres, una por cada 1.049 habitantes, siendo la mayor de España Cádiz (2.386 personas por oficina) y la menor Teruel (690 habitantes por oficina).

Joaquín Maudos, autor del estudio de Funcas titulado 'La concentración regional del mercado bancario español', destaca las grandes diferencias que existen entre las provincias españolas. "Los datos muestran que en general el mayor cierre de oficinas ha tenido lugar en aquellas regiones donde más aumentó la red en los años de expansión, proceso lógico para corregir los desequilibrios acumulados en el pasado", señala.

MAS CIERRES No obstante, el sector seguirá desinflándose en todo el país tras el anuncio realizado por una de las mayores entidades financieras del mundo, el Banco Santander, que ha hecho oficial que va a prescindir de 1.200 empleados y 450 sucursales en España. La rebaja concreta en Extremadura podría comprometer hasta 67 oficinas de las 108 que tiene en la región (esas 67 son al menos las que cumplen los criterios de cierre definidos por la empresa), según las primeras declaraciones del Santander. El Grupo BBVA también ha dejado caer que puede llegar a funcionar sin dos tercios de su red y a largo plazo podría reducir las 3.800 oficinas que tiene repartidas por España, 59 en territorio extremeño (42 en la provincia de Badajoz y 17 en la de Cáceres).

Mientras se vislumbra la futura caída de este censo, lo que ha provocado la rebaja ya materializada en los últimos años es esencialmente las reestructuraciones en dos de las principales cajas de ahorros de la región: Caja de Extremadura --actualmente Liberbank-- y Caja Badajoz --Ibercaja--. Su integración en otros grupos bancarios ha supuesto el cierre de una quincena de oficinas entre ambas. Pero no han sido las únicas que han reducido su presencia en la región. Banco Ceiis --fusión de Caja Duero y Caja España-- (cerró doce sucursales en 2013), Bankia (cerró once) y Banco Caixa Geral (otras doce en 2012), entre otras, también lo han hecho en los últimos años.

Asimismo, el estudio de Funcas advierte de que la reestructuración del sector ha puesto el mercado en manos de pocas empresas lo que ha disparado la concentración bancaria por encima de la media europea. "El incremento experimentado en algunas provincias es preocupante y podría afectar a la competencia", señala Maudos en su análisis. En el caso de Extremadura, la región es junto a Andalucía y la Comunidad Valenciana la que presenta menor concentración de bancos pero hay grandes diferencias entre provincias. Badajoz no se encuentra en la parte conflictiva del ránking nacional de concentración, mientras la de Cáceres sí supera "los umbrales que en otros países exigen un examen detallado de sus posibles consecuencias sobre la competencia". En la provincia cacereña una sola entidad tiene más del 40% de las oficinas, mientras en la pacense el mayor porcentaje de oficinas bajo una sola firma es del 19%.