Una de las condiciones que el Ministerio de Sanidad ha puesto a las comunidades autónomas para permitirles ir dejando atrás poco a poco el confinamiento y progresar en las fases de la desescalada es tener recursos suficientes para afrontar un posible rebrote del covid-19. Y entre otros aspectos, la mirada está puesta en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), porque durante el ascenso de la curva han llegado a alcanzar sus límites en algunas áreas de salud.

El ministerio exige a las autonomías una mayor capacidad para incrementar las camas en estas unidades. Y Extremadura la tiene: puede llegar a alcanzar las 200 camas en UCI en caso de que se diera un rebrote. Estaría así en disposición de aumentar en una treintena las unidades actuales si fuera necesario ampliar la estructura.

En la actualidad, la comunidad cuenta con 168 camas en las cinco Unidades de Cuidados Intensivos que tiene la región: en Badajoz (57 camas en UCI), Cáceres (52), Mérida (26), Plasencia (15) y en el hospital de Don Benito-Villanueva (18).

DENTRO DE LA RATIO / Así, con esta capacidad que existe en la actualidad, la comunidad ya cumpliría con los requistos que le pide el Ministerio de Sanidad para pasar a la siguiente fase de desescalada, según aseguró el pasado miércoles el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles. Extremadura dispone de 2,45 camas por cada 10.000 habitantes, frente a la horquilla de entre 1,5 y 2 que exige el ministerio.

Y también se cumplen los requisitos en cuanto a las camas hospitalarias. Según los datos que ofreció Vergeles en su última rueda de prensa, en Cáceres se dispone de 49,9 camas de hospital por cada 10.000 habitantes y en Badajoz de 39,8, cuando el Gobierno requiere una horquilla de entre 37 y 40. Por áreas de salud, el desglose es el siguiente: 915 en el área de Badajoz, 637 en la de Cáceres, 381 en Mérida, 320 en el área de Don Benito-Villanueva de la Serena, 250 en Plasencia, 227 en Llerena-Zafra, 103 en Coria y 102 en el área de Navalmoral de la Mata. En total, actualmente la comunidad supera las 2.900 camas en sus hospitales, pero en este caso el Servicio Extremadura de Salud (SES) también podría aumentar su capacidad total con unas 400 camas hospitalarias más.

Al margen de esto, la detección precoz y vigilancia de nuevos casos es otro de los requisitos del ministerio para avanzar en la desescalada y la región también se ha comprometido a hacer hasta 1.300 pruebas PCR al día para controlar la expansión del virus, de lo que se encargarán más de 2.600 profesionales de Atención Primaria.