Que agosto es un mes malo para el paro ya se sabe. Que el final de las campañas agrícolas y la destrucción de los trabajos que se crean en el sector turístico (sobre todo en la hostelería) en temporada estival repercute todos los años en la cifra de ocupados también se espera. Pero que el repunte de desempleo sea tan alto hace que vuelvan a saltar las alarmas. Los datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social dicen que Extremadura tiene 1.528 parados más que en julio (significa un incremento del 1,57%). Y hay que remontarse un lustro atrás, a 2013, para encontrar un aumento mayor. En agosto de ese año el número se alzó en 2.070 personas (aunque en porcentaje fue menor, un +1,46%). La cifra ahora registrada vuelve a marcar un círculo rojo en el calendario.

De este modo, en Extremadura hay actualmente 98.647 personas que buscan trabajo (64.935 en la provincia de Badajoz y 33.712 en la de Cáceres). Y más de la mitad de los nuevos parados (o, más bien, de los que han vuelto a inscribirse como demandantes) proceden del sector servicios.

El análisis de los datos es, a priori, negativo, aunque si se hace la comparación anual, en agosto de 2017 había 8.553 desempleados menos que ahora. Y si se mira al citado 2013, la cifra ha bajado en 45.686 personas. En este sentido, el secretario general de Empleo, Javier Luna, quiso destacar que esas 98.647 personas registradas «es la menor cifra de este mes (agosto) desde el 2008».

Otra cuestión es el tipo de puestos que se están creando. A todas luces, temporales, lo que para los sindicatos es sinónimo de precariedad. De hecho, el 31 de agosto se destruyeron 1.241 empleos. La afiliación a la Seguridad Social ha caído un 0,31% con respecto al mes de julio (la comunidad registra 397.306 ocupados).

CRUCE DE ACUSACIONES / El paro siempre se convierte en arma política arrojadiza, más aún cuando el ambiente preelectoral es más que evidente. El presidente del PP, José Antonio Monago, aseguró que ayer los datos de agosto son «malos de solemnidad» y un «bofetón sonoro». A lo que el portavoz del PSOE, Valentín Cortés, respondió que son 50.000 (realmente 45.686) desempleados menos que en ese recitado 2013, cuando gobernaba Monago.

Y más allá del cruce de acusaciones, los sindicatos siguen insistiendo en las heridas del mercado laboral. CCOO puso el foco en la «baja calidad del empleo creado en los meses anteriores» y aseguraron que la subida del pasado mes de agosto es, porcentualmente, la mayor vivida en Extremadura desde 2011.

Desde UGT subrayaron: «La gran bolsa de parados está en las mujeres y en los mayores de 45 años. En agosto ha repuntado el paro entre los jóvenes con estudios medios o universitarios porque han estado trabajando en la hostelería, en el comercio o en el campo, sectores que requieren menos formación».

Y desde la patronal (la Creex), aseguraron que es «necesario contar con el apoyo de la Administración, tanto a nivel nacional y autonómico como local» para poder crear un tejido empresarial que acabe con la «brecha insoportable» del paro.