Extremadura, con 5,6 muertes por millón de habitantes, fue la segunda región con mayor índice de fallecidos en viviendas por incendios o explosiones, solo por detrás de Navarra, con 6,1 muertes por millón de personas.

Ambas cifras están muy por encima del índice de España, con 3,08 fallecidos por millón de habitantes, dato parecido al de países de similar nivel de desarrollo económico y climático. Aun así, 2017 fue el peor año de la presente década. Estos datos están recogidos en el Estudio de Víctimas de Incendios en España 2017 que, realizado por la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), se presentó ayer en Badajoz. En concreto, seis personas fallecieron en viviendas de Extremadura durante el citado ejercicio por incendios o explosiones, de un total nacional de 144. Por regiones destacan Andalucía (34), Comunidad Valenciana (26), Cataluña (20) y Castilla La Mancha (10).

A nivel nacional, las personas de hasta 80 años de edad tienen una ratio de 2,3 fallecidos por millón de habitantes, pero los mayores de 80 años multiplican por seis sus probabilidades de perder la vida en un incendio o explosión en vivienda. Al analizar el número de fallecidos en viviendas por meses, se dibuja un patrón claro que «se repite todos los años: a más frío, más necesidad de generar calor, lo que conlleva más incendios y más muertes». De hecho, en 2017, la peor época se dio en diciembre y enero.

POBREZA ENERGÉTICA / El presidente de la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, Adrián Gómez, explica que el principal factor que hace que el número de víctimas suba es la pobreza energética, puesto que se demanda mucha energía a instalaciones que no están previstas para esa cantidad.

«Esto hace que se requemen, entren en combustión y se produzca una generación de humo importante cuando las personas duermen que hace que se asfixien y, posteriormente, el fuego se expande», afirma. A esto se suma que el 44,4% de personas fallecidas en un incendio o explosión en vivienda sufrían algún tipo de trastorno o discapacidad.

Las principales causas de incendios en viviendas con fallecidos son los fallos eléctricos (aparatos, enchufes, regletas, etc.), que suponen el 34,6% del total de los casos confirmados.