Extremadura ha mantenido la natalidad en cotas suficientes a lo largo de los últimos treinta años a pesar de no haber atraído a un número excesivo de inmigrantes extranjeros. Así se refleja en la pirámide poblacional de la región, que comparte las mismas características que la de Andalucía, Canarias y, en menor grado, Castilla-La Mancha. Es lo que se conoce como fecundidad sureña, que se vio menos afectada por la brutal crisis demográfica registrada a nivel nacional en las décadas de los ochenta y noventa. Una crisis que se ha frenado ya que cada vez nacen más niños en España, hasta el punto de que en el 2007, por primera vez desde hace 30 años, los demógrafos pueden dibujar una pirámide de población cuyos tres primeros escalones son eso, el inicio de una pirámide y no algo parecido al de un rombo, como era antes. Es decir, hay más niños de guardería (entre 0 y 4 años) que de primaria (de 5 a 9) y más de los primeros cursos de primaria que de los últimos y primeros de secundaria (de 10 a 14) por primera vez desde 1977. Un fenómeno atribuido a la llegada de inmigrantes.

FECUNDIDAD EXTREMEÑA El envejecimiento en Extremadura no fue tan drástico ya que partía de unas cotas de natalidad elevadas. De hecho, en 1980, con una media de 2,50 hijos por mujer, era junto con Canarias, Andalucía y Murcia la única comunidad autónoma que no tenía menos de 2 niños y medio por mujer. Una tendencia que se repetía en los años sucesivos.

Esta fecundidad permitió a la región mantener generaciones jóvenes lo bastante extensas como para no perder población en los años de máximo declive de la natalidad. Mientras que en otras comunidades han compensado fecundidades bajísimas con la llegada masiva de emigrantes, Extremadura, Canarias y Andalucía lo han logrado con sus propias generaciones y con porcentajes de inmigrantes menores a la media. De hecho, el índice de niños nacidos de madre extranjera es solo del 6,66% en Extremadura. Y aunque la región no ha logrado alcanzar tres tramos en su pirámide poblacional --ni se prevé que lo haga en el horizonte del 2012-- se mantendrá y no caerá en la pirámide regresiva, como ocurrirá en el Norte y Noroeste de España.

Estos datos aparecen en las Estimaciones de la Población Actual, elaborados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), con base en el último censo.

Ignacio Duque, subdirector general de Población e Inmigración del INE y responsable del estudio, explica el fenómeno. "Hay un repunte en nacimientos y en fecundidad. En la emigración española hay muchas mujeres que vienen de países en los que se tienen más hijos y, además, se tienen antes. Las españolas han aumentado su fecundidad muy, muy ligeramente, pero el aumento es, sobre todo, por las extranjeras".

El incremento de población infantil en España no se ha debido solo a los nacimientos en España sino a la reagrupación familiar. "La llegada de hijos de inmigrantes, aunque no afecte a la fecundidad, es importantísimo para la pirámide de población. la mayoría del incremento de extranjeros en edades escolares es de niños traídos a España por sus madres", explica Duque.