El Producto Interior Bruto (PIB) de la renta media de Extremadura, respecto a la UE, descenderá hasta un 73,6 por ciento en el periodo 2009-2011, según las estimaciones de un análisis económico de la Fundación Caja Extremadura, que señala que la economía extremeña tiene más dificultades para salir de la crisis por su modelo productivo.

Recuerda, además, que será la única región española que reciba los fondos estructurales europeos de convergencia en el periodo 2014-2020.

Así lo refleja el Informe de Progreso de Extremadura, un documento que ofrece una trayectoria económica de la región, y que explica que la contrapartida de presentar el PIB más bajo de España en 2014 serán las ayudas de convergencia que recibirá por parte de la UE.

Las ayudas que corresponden al período 2007-2013, ascenderán a casi 13.000 millones de euros en el caso de Extremadura.

Estas son algunas de las conclusiones del informe, que ha sido presentado hoy en rueda de prensa por el socio de Analistas Financieros Internacionales, José Antonio Arce; y el presidente de Fundación Caja Extremadura, Jesús Medina.

En su intervención, José Antonio Arce ha destacado que si Extremadura se beneficia de las ayudas en el próximo periodo de convergencia, la inversión no puede caer en "saco roto" y tiene que servir para modificar el sistema productivo económico extremeño.

En este sentido, se ha referido a la necesidad de aumentar el tejido empresarial y apostar por la "internacionalización" de las empresas en el mercado exterior.

También ha abogado por modificar un "universo poblado" de empresas de menos de 10 trabajadores, lo que impide apostar por la innovación y la base tecnológica, ha dicho.

A este respecto, ha apuntado que el número de empresas innovadoras en la región "es la mitad de la media española", mientras que existe un 0,7 por ciento de empresas exportadoras regulares, frente al 1,4 de la media nacional.

Para el experto, el elemento fundamental es la promoción del tejido industrial, si se tiene en cuenta que el número de empresas por cada 1.000 habitantes ha sido de 58 en 2010 en la región, frente a las 81 de Cataluña.

Esto se relaciona con el PIB per cápita, que hace que haya mayor densidad empresarial y riqueza, un factor que no se ha desarrollado en la región.

El hecho de que la economía de Extremadura no esté basada en la industria y las exportaciones del mercado benefició a la región ante la crisis, pero también hace que en estos momentos sufra una lenta recuperación.

José Antonio Arce ha explicado que los sectores que "han tirado de la recesión" han sido la industria y el turismo, unos elementos "muy poco representados en la economía extremeña".

Por otro lado, ha matizado que la economía extremeña ha crecido en la última década a un ritmo mayor que la economía española, teniendo en cuenta que entre 2001 y 2010 el incremento del PIB fue del 2,6, frente al 2,1 que se registró a nivel nacional.

Asimismo, el crecimiento de Extremadura ha superado a la media de la Europa de los 27, donde se registraron variaciones de entre un 1,3 y un 1,2 por ciento.

En 2009, la reducción del PIB regional fue de un 2,2 %, frente al 3,7 y el 4,2 de España y la UE, respectivamente, un año "negro" para la crisis mundial, ha explicado el experto.

Sin embargo, en términos del PIB por habitante, Extremadura registra la productividad más baja, ya que en 2010 la productividad por ocupado era de 46.000 euros, frente a los 63.000 de la UE, y los 54.000 euros de la media española.

Por otro lado, Extremadura presenta una media de 36 ocupados por cada 100 habitantes, una tasa muy baja a la que se une tasa de desempleo muy elevada, ha apuntado.

Mientras, la estructura productiva, como la industria, ha retrocedido, mientras que la construcción ha avanzado de manera "excesiva".

Al mismo tiempo, los servicios de mercado han retrocedido y los de no mercado, como la administración pública, han crecido.

No obstante, Arce ha destacado que si todos los sectores productivos de la economía tuviesen la productividad media que tienen sus equivalentes en el conjunto español, el PIB de la economía extremeña crecería en un 18%.