Extremadura, Andalucía, Baleares y Canarias presentan en 2009 más riesgos de perder empleo que Navarra, las regiones de la cornisa cantábrica, Castilla y León, y Madrid, según el informe elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) y la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), que recoge la agencia Efe.

La caída de la actividad económica impulsada por la fuerte disminución de la demanda interna provocarán una contracción del PIB de un 2,4 por ciento y que la tasa de paro suba hasta el 17,3 por ciento para el conjunto de 2009. , en el primer trimestre de 2009 se han perdido 550.000 empleos, aunque adelanta un "posible freno" del ritmo de destrucción de empleo entre marzo y mayo.

Así, el informe señala que la tasa de caída interanual de ocupación se estabilizará en torno al 6,5 por ciento y el número de ocupados se situará en 19,1 millones hasta mayo.

No obstante, subraya que si se mantuviera ese ritmo hasta final de año, la cifra descendería hasta los 18,3 millones, nivel que no se observaba desde hace cuatro años.

AFI-AGETT afirman que, en conjunto, es cada vez más fácil perder el empleo y también más difícil salir del paro, por lo que aumenta el número de desempleados y se incrementa el desempleo entre los parados de larga duración.

En este sentido, destaca que la posibilidad de ir al paro es mayor entre los hombres y los menores de 25 años, mientras que las mujeres y los jóvenes son los que tienen mayores probabilidades de pasar de la inactividad a la actividad.

Por el contrario, los parados tienen más oportunidades de encontrar empleo en Murcia, Baleares, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Galicia, mientras que en Asturias, La Rioja, País Vasco y Canarias, tienen menos.

El informe da la bienvenida al conjunto de medidas extraordinarias sobre el empleo que aprobó el Gobierno la semana pasada, aunque la situación requiere de propuestas de "más calado" y a otras, como el Fondo Estatal de Inversión Local, cuyos efectos todavía no se aprecian.

Para AFI-AGETT, el ciclo actual tendrá una duración superior a la observada en la recesión de 1992-1994, que se prolongó 32 meses y la parte descendente fue de 18 meses y, además, su impacto será más negativo.

En cuanto a los contratos, aunque cada mes se suscriben más de un millón de contratos, el ritmo de crecimiento en la contratación ha disminuido, según el informe.