La caída de la demanda global, la parálisis de buena parte de la actividad económica y el incremento de los obstáculos para el intercambio de bienes son tres factores que ha traído consigo la pandemia y que han supuesto durante el 2020 un torpedo en la línea de flotación del comercio mundial. Un impacto del que no se han salvado las exportaciones españolas, que cerraron el año con un desplome del 10% interanual, hasta totalizar 261.175,5 millones de euros, retrocediendo así prácticamente a los niveles del 2016. Se trata del primer descenso que se contabiliza en la comercialización de bienes españoles en el extranjero desde el 2009, cuando estalló la crisis financiera y las ventas se desplomaron más de un 15%.

Esta coyuntura tan negativa da aún más valor al 3,2% de incremento sobre el ejercicio anterior que cosecharon los envíos de Extremadura a mercados exteriores en el 2020. Ninguna otra comunidad autónoma consiguió cerrar el año de la pandemia y el ‘brexit’ en positivo.

En total, fueron 2.155,2 millones de euros, nuevo máximo de las ventas si se contabilizan en euros. Medidas en toneladas, las estadísticas dadas a conocer el pasado viernes por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio sí recogen una contracción de las exportaciones, que fue cercana al 3%. En el último mes del ejercicio, las expediciones ascendieron a 138,4 millones de euros, un 5,7% más que en diciembre del 2019.

Por productos

El grupo de los alimentos, que suma casi la mitad de todo el valor del comercio exterior extremeño, se mantuvo en unos niveles similares a los del 2019, aunque con un comportamiento desigual entre algunos de sus principales epígrafes Así, fueron significativamente negativos los de los aceites, los productos cárnicos o las bebidas --no fue precisamente un buen año para el vino, que acusó el hundimiento del consumo en hostelería-- , pero repuntaron otros como los preparados alimenticios o los cereales. El de la fruta, con diferencia el que tiene una mayor relevancia para el sector exterior regional, con cerca de 619 millones de euros, se mantuvo estable. En cuanto a los bienes de equipo, prácticamente se duplicó el importe expedido (+82%, con 218,8 millones) , si bien el dato está condicionado por una única operación, de más de 109 millones de euros, formalizada en enero. Con origen en la provincia de Cáceres, y rumbo a los Países Bajos, hizo también que este país escalase hasta la cuarta posición en el ‘ranking’ de los principales destinos.

Las semimanufacturas, con 568,5 millones de euros, y las materias primas, con 119,6 millones, disminuyeron un 0,8% y un 3,2%, respectivamente, y el sector del automóvil, otro de los más castigados por la crisis, se desmoronó un 25,6%, hasta los 90,8 millones. Por contra, las manufacturas de consumo mejoraron un 8,7%, lo que las llevó hasta los 82,5 millones.

Por mercados, Portugal (593,5 millones) y Francia (361,8 millones), los dos principales para las firmas exportadoras extremeñas (más del 44% del total entre ambos) tuvieron buenas evoluciones, del 4,7% y del 5,1% en uno y otro caso. No así el alemán, que perdió un 16,7% del valor exportado. También fueron notables las caídas de la facturación en Gran Bretaña, donde la salida de este país de la UE se pagó con un descenso de alrededor del 20% de los envíos (97,7 millones vendidos el año pasado) y en Marruecos (más del 50% de bajada, hasta los 19,8 millones de euros) o el aumento registrado en Argelia (33,1% y 52,4 millones).