En el verano de 2018 se registraron 45 grados en Badajoz y en Navalmoral de la Mata. El aumento de las temperaturas es uno de los signos mas evidentes del cambio climático y en Extremadura ya se han producido varios episodios que alertan de que algo está sucediendo. «Los episodios de calor serán más frecuentes», dice el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en Extremadura, Marcelino Núñez. De momento lo más llamativo no es solo que sean más frecuentes, sino que se están saliendo de la época más propia de esa canícula, como es el verano y empiezan a darse de forma habitual en los meses de junio o de septiembre, lo que está provocando veranos cada vez más largos.

Los registros de la Aemet indican que ese fenómeno se viene produciendo desde los años 80 y que desde entonces los veranos se han prolongado 8,7 días por década en la provincia de Badajoz y algo menos (5 días) en la de Cáceres.

En los meses de invierno también se están alterando las temperaturas con episodios extremos, pero no de una forma tan clara como para extraer conclusiones. Una de las características del cambio climático sometido esta semana a debate en la cumbre de Madrid, es que sus efectos no son lineales en el planeta y mientras en el Ártico están aumentando mucho más rápido, en la cuenca Mediterránea, las señales más perceptibles están en los valores máximos que se registran en los meses de verano. «Son señales que el planeta nos va mandando», dice Núñez. Y esas señales, según las proyecciones de la Aemet, serán más evidentes en dos décadas; con periodos de olas de calor y de sequías más prolongadas, y también se concentrarán los periodos de lluvia, con lo que las posibilidades de que estas causen daños también serán mayores.

En la misma línea, el último estudio del Observatorio de la Sostenibilidad planteaba este año en su escenario más pesimista un aumento de las temperaturas de hasta tres grados. «Los expertos ya avisan de que las medidas en marcha no van a ser suficientes para evitar que la temperatura global aumente más de dos grados (el límite en el que se considera que los efectos del cambio climático no serán reversibles) por eso es importante que se fijen objetivos más ambiciosos», indica el delegado de la Aemet, que destaca la importancia de foros como la Cumbre del Clima: «para crear conciencia ciudadano y para que cada país rinda cuentas de lo que está haciendo», subraya.

Tiempo de actuar

La reunión en Madrid de la 25ª conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ha provocado esta semana pronunciamientos de administraciones y empresas. La Asamblea a de Extremadura, por ejemplo, aprobaba en su pleno del jueves un manifiesto en el que instaba a «dar respuesta con celeridad» al problema. «Nos incumbe a todas y todos porque supone una amenaza a nuestra forma de vida y a nuestro bienestar (…) Ante la crisis climática es tiempo de actuar a todos los niveles, colocando a Extremadura en vanguardia de esta causa», recogía el documento. Un día antes también la consejera de Transición Ecológica, Olga García, destacaba en Madrid el avance de las energías renovables en la región, que prevén un despliegue de 8.600 megavatios en los próximos años y valor de la dehesa «donde conviven en perfecta armonía la agricultura, el bosque y la ganadería extensiva».

Precisamente a las características (en extensivo) de la ganadería extremeña apela el dirigente de UPA UCE Ignacio Huertas para diferenciar este sistema de producción de otros industriales (con más cargas de animales y de residuos) más contaminantes. «Se culpa a la agricultura y la ganadería del cambio climático y eso es algo que no responde a la realidad», sostiene.

En opinión del Biólogo de la Uex, Gerardo Moreno, también esa responsabilidad recae solo «hasta cierto punto» en la actividad agraria, puesto que frente a modelos intensivos con elevadas emisiones de carbono (más industriales) existen otros (habituales en la región y ligados a la dehesa) «con baja producción de carbono, extensivos» y cada vez más con «procesos ecológicos». «Hacia ese modelo hay que ir», sostiene.