La fuga de cerebros no es un problema en Extremadura. En los dos últimos años únicamente 760 extremeños abandonaron la comunidad para buscar trabajo fuera de España, lo que representa un incremento del 3,8%, frente al 9,2% de la media nacional.

Según un estudio del grupo Adecco, la crisis ha impulsado, como lo definen los sociólogos, una "emigración selectiva" hacia países extranjeros, aunque la extremeña es la segunda comunidad con menor fuga de trabajadores en busca de un empleo lejos del país. En la actualidad, 20.938 extremeños mayores de edad viven en el extranjero, frente a los 20.178 que lo hacían en abril del 2008, cuando comenzó la crisis.

Pero ese éxodo no es homogéneo a nivel regional, ya que mientras que Cáceres ha experimentado un incremento del 5,2%, en Badajoz solo ha aumentado un 1,7%. De esta manera, actualmente hay 8.607 pacenses trabajando fuera del país, frente a los 12.331 cacereños que optaron por emigrar.

A nivel nacional, el número de residentes en el extranjero se ha incrementado en 118.145 personas, siendo Canarias, Baleares y La Rioja las que han experimentado un mayor incremento de expatriados.

MOTIVOS Y PERFIL Entre los motivos de esta migración están la situación del mercado laboral español y el incremento del paro. También se valora que Estados Unidos y buena parte de los países europeos poseen ofertas más competitivas y atractivas tanto a nivel profesional como económico, a lo que se une una disminución de barreras formativas dentro de la Unión Europea.

Las personas que se sienten más atraídas por la idea de trabajar en el extranjero son fundamentalmente hombres, cuyas prioridades laborales son la responsabilidad de su puesto, la autonomía profesional y la perspectiva de hacer carrera en la compañía en cuestión.

Estas motivaciones difieren al analizar la población femenina que emigra. Por lo general, ellas buscan un buen ambiente laboral y flexibilidad de horarios, dato éste con mayor peso que en España, al darse fuera del país más importancia a la conciliación familiar.

Al margen de esas motivaciones personales, tanto hombres como mujeres coinciden en que se trata de una oportunidad idónea de aprender un idioma o vivir una experiencia diferente en otra nación.

JOVENES SIN ATADURAS En lo que a la edad se refiere, los datos del estudio perfilan a un joven de entre los 25 y 35 años, que aún no posee responsabilidad familiar.

Los sectores más demandados para trabajar en el extranjero no son ya únicamente la investigación, la medicina o la biología, sino también ingeniería, arquitectura e informática.

Entre los destinos más solicitados por los trabajadores extremeños, un 50% elige el continente europeo, entre ellos Portugal (especialmente por el colectivo de médicos y enfermeros), Reino Unido, Francia, Italia y Alemania, a los que habría que añadir Estados Unidos. A estos hay que sumar ahora los países escandinavos, que representan ya un 15% de las demandas de trabajo.