Los empleados de Extremadura ganan una media de 19.331 euros brutos anuales, la retribución más baja del país y un 24,7 por ciento inferior a la de Navarra, la comunidad que mejor paga a sus trabajadores con unos emolumentos que se elevan hasta los 25.666 euros.

Así lo pone de manifiesto el informe 'Evolución salarial 2007-2019', elaborado por la escuela de negocios EADA y por la consultora ICSA Grupo a partir del análisis de datos salariales de más de 80.000 empleados por cuenta ajena en España y presentado este jueves.

En el caso de los directivos, los extremeños también se sitúan a la cola con un salario de 70.486 euros, en contraste con los 89.873 de los madrileños, que encabezan el ranking, mientras que en el caso de los mandos intermedios, son los terceros peor retribuidos (37.968 euros), sólo por delante de La Rioja y Castilla-La Mancha.

El informe releva que los empleados españoles recuperaron el año pasado el poder adquisitivo que tenían en 2007, antes del estallido de la crisis, y su sueldo creció en 2019 un 1,89%, aunque lo hizo en mucha menor medida que el de los directivos (+4,58%) y mandos intermedios (+3,43%), con lo que se acentúa la brecha salarial.

Si se divide a los trabajadores de las empresas en estas tres categorías salariales, el empleado raso percibió de media en España unos 23.250 euros brutos anuales, frente a los 42.929 euros de los mandos intermedios y los 84.773 euros de los directivos.

El presidente de ICSA Grupo, Ernest Poveda, ha asegurado que la desigualdad de los aumentos salariales se explica, entre otras razones, por la ausencia de una retribución variable en los empleados.

A pesar de que el sueldo del empleado crece menos que el de sus jefes, su remuneración apenas creció en 2018 un 0,11%, hasta los 22.819 euros, con lo que en 2019 la subida salarial ha sido mucho mayor.

Poveda ha explicado el aumento salarial producido en 2019 en la categoría más baja por cuestiones como el aumento del salario mínimo interprofesional a 900 euros.