A la Junta le gustaría tener más concertación sanitaria con las clínicas privadas. El pasado 6 de julio, el consejero del ramo, José María Vergeles, pidió más colaboración público-privada y lamentó que Extremadura sólo concierte con la sanidad privada «un 9 por ciento» de la asistencia, mientras que, por ejemplo, Madrid alcanza un 30%. «Soy consejero de lo público pero también de lo privado y hay que tener en cuenta que una sanidad pública excelente es compatible con una sanidad privada excelente», recalcó en el Foro Nueva Economía. De la misma opinión es el propio presidente del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara, que cuestionado por esas palabras de Vergeles aseguró el pasado miércoles en el Pleno de la Asamblea que él no tiene «nada contra la sanidad privada», ya que «estamos en una economía libre de mercado», aunque rechaza que «la salud de las personas dependa de su cuenta corriente». Por este motivo «montamos el sistema público, del que nos sentimos muy orgullosos», recalcó, y que «es el que a más ciudadanos atiende proporcionalmente a su número de habitantes en España». Y no les falta razón a ninguno de los dos, con la salvedad de que los extremeños se decantan cada vez más por la sanidad privada, sobre todo a la hora de ser atendidos en una consulta del especialista o para ser intervenidos quirúrgicamente, a juzgar por las opiniones que ofrecen en los últimos barómetros sanitarios; y esa escalada en las preferencias es proporcional a la pérdida de confianza en el sistema sanitario público, pese a que sigue siendo el elegido mayoritariamente, claro está, y que ha obtenido la mayor puntuación jamás conseguida en Extremadura por parte de los usuarios (6,61).

Analizando esos últimos barómetros sanitarios publicados por el Ministerio de Sanidad, se observa que a la hora de elegir yb centro público o privado para ser tratados por un especialista, l amitad de los extremeños prefiere acudir a la sanidad pública, pero quienes prefieren una consulta privada suponen ya el 45% (2 puntos más que hace diez años), la segunda tasa más elevada del país solo por detrás de Canarias, siendo la media española del 36,7%.

Sin embargo, donde queda más reflejado ese cambio de tendencia en los últimos años es a la hora de afrontar una operación quirúrgica. Si hace diez años el 73% de los extremeños elegía la sanidad pública para hacerlo, ahora se ha pasado al casi el 66%; y esa merma ha pasado a la sanidad privada. Hace diez años, apenas un 23% de los extremeños manifestaban que pagarían por operarse; y ahora elegirían esta opción el 30%, casi 4 puntos por encima de la media y la sexta tasa más elevada del país.

Otro dato relevante que refleja esa evolución es a la hora de elegir centro ante una urgencia. Quienes asistirían a la sanidad pública han pasado en diez años del 75% al 68%; directamente proporcional al avance esperimentado por la sanidad privada, que ha pasado de apenas el 20% a casi el 28% en ese mismo perído.

Mientras tanto, la sanidad privada continúa su tendencia de crecimiento y supera los 30.000 millones de euros, según Idis.