La capacidad inventiva de los extremeños está bajo mínimos. O por lo menos aquella que tiene una certificación oficial que protege jurídicamente a las invenciones industriales a modo de patentes o de los denominados modelos de utilidad.

Extremadura fue la comunidad autónoma que menos solicitudes de este tipo de protección presentó el año pasado ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), según consta en el Avance de Propiedad Industrial 2004 publicado por este organismo. En total, el año pasado se presentaron 52 solicitudes, entre patentes y modelos de utilidad. De las primeras llegaron 32 a la OEPM pero sólo pasó los pertinentes controles para su concesión una patente. En cuanto a los modelos de utilidad, otra forma de proteger la propiedad, se solicitaron una veintena y se concedieron cuatro.

Estos datos suponen un gran desfase respecto a otras comunidades ya que se calcula que en la región se registró un ratio de 49 solicitudes por cada millón de habitantes, lo que supone una diferencia en la denominada actividad inventiva de 68 puntos porcentuales por detrás de la media nacional.

No obstante, estos datos no implican que los extremeños carezcan de capacidad inventiva sino que suponen que no registran sus ideas.

La Oficina Española de Patentes de Patentes y Marcas ofrece varios tipos de protección de propiedad, dependiendo de las características de los inventos. Si éstos son de carácter industrial se puede optar por una patente o un modelo de utilidad.

La patente reconoce el derecho de explotar en exclusiva la invención patentada impidiendo de este modo a otros su fabricación, venta o utilización sin el consentimiento previo del titular. Como contrapartida, la patente se pone a disposición del público para su conocimiento.

Por lo tanto, la solicitud de una patente más que para fabricar, utilizar o comercializar un invento determinado se realiza para impedir a otros su uso.

Es posible patentar un procedimiento nuevo, un aparato novedoso, un nuevo producto o el perfeccionamiento y mejora de los mismos. Para mantener una patente, que tiene una duración de veinte años desde su solicitud, es necesario pagar unas tasas anuales.

Respecto a los modelos de utilidad, éstos son títulos que protegen invenciones de menor rango como, por ejemplo, dar a un objeto una configuración o estructura de la que se derive alguna utilidad o ventaja práctica. Así, el dispositivo, instrumento o herramienta que se protege se tiene que caracterizar por su utilidad y no por su estética, ya que para ello están los títulos de diseños industriales --de los que se solicitaron cuatro en la región durante el 2004--.

Sin embargo, el alcance de la protección de un certificado de modelo de utilidad es similar al que ofrece la patente, aunque su duración es de diez años. También es preciso el pago de tasas anuales para mantener este título.

Desde la universidad

La mayor parte de la investigación que se realiza en la región se hace al amparo de la Universidad de Extremadura (Uex), por lo que no es de extrañar que haya gestionado varias patentes. Concretamente, hasta el 2004, esta institución académica había solicitado 18, de las que fueron concedidas 13, aunque sólo cinco se están explotando actualmente por empresas privadas.

En la Uex, el organismo encargado de la tramitación de las patentes es el Servicio de Gestión y Transmisión de Resultados de la Investigación, dirigido por Manuel Ramírez.