Ecologistas en Acción ha advertido de que la totalidad de la población extremeña ha estado expuesta este año a unos niveles de contaminación atmosférica por ozono que exceden lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud y lo permitido por la legislación, y se encuentra entre las regiones más afectadas.

Así lo recoge un informe de esta organización, que analiza los datos recogidos en 455 estaciones oficiales de medición de ozono instaladas en España, de ellas siete situadas en Extremadura.

Según la organización, las causas que explican el aumento de este contaminante, que afecta a la salud ciudadana, cultivos y espacios naturales, son el cambio climático, el tráfico, el fraude en las emisiones de los automóviles y "la apuesta gubernamental por las energías sucias en detrimento de las renovables".

Las regiones más afectadas por ozono entre el 1 de enero y el 30 de septiembre fueron Andalucía, Extremadura, Comunidad de Madrid, Murcia y Baleares, esta última con el peor resultado en España; mientras que las zonas menos afectadas fueron el área del Cantábrico, Valle del Ebro, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, todo el litoral mediterráneo y Canarias.

Ecologistas en Acción ha asegurado que el millón de habitantes de Extremadura ha respirado aire contaminado por ozono durante la primavera y el verano de 2017, "en ausencia de los preceptivos planes autonómicos de mejora de la calidad del aire en las zonas más afectadas".

Además, las estaciones de Badajoz, Plasencia y Monfragüe han sufrido en conjunto siete superaciones del umbral de información a la población, repartidas entre los episodios de alta contaminación del 14 y 24 de agosto.

En el primer episodio, la ciudad de Badajoz ha registrado las dos primeras superaciones del umbral de alerta en la región.

Durante los mismos, la Junta de Extremadura "volvió a incumplir su obligación legal" de avisar a la población especialmente sensible para que se protegiera y ha criticado que la página web de calidad del aire autonómica "no ofrece ningún tipo de dato en tiempo real ni histórico que permita seguir la evolución de la contaminación".

Tras una década "omitiendo la obligación legal de elaborar planes para reducir la contaminación", este año la Junta ha sometido a información pública el Plan de Mejora de la Calidad del Aire, al que Ecologistas ha presentado alegaciones ya que "no contempla el diagnóstico ni las medidas adecuadas para solucionar el problema".

En su opinión, las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono en Extremadura son "la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público".

También es necesario, a su juicio, dar facilidades al tránsito peatonal y a la bicicleta en las ciudades, así como la adopción generalizada de las mejores técnicas industriales disponibles, la sustitución de los disolventes orgánicos por agua y la reducción drástica de la generación eléctrica en centrales térmicas.

Ecologistas en Acción desarrolla durante el verano y otoño de 2017 una campaña de sensibilización sobre la contaminación por ozono, con la celebración de una jornada informativa en Mérida, la instalación de una exposición itinerante y múltiples actividades divulgativas sobre el problema en diversas localidades extremeñas.

Mañana miércoles, a las 20.30 horas, tendrá lugar una charla informativa sobre ozono troposférico y calidad del aire en la Sala Centinela de Montijo, a cargo de Manuel García, responsable de la campaña en Extremadura.

Desde Ecologistas en Acción han insistido en que durante 2017 los niveles de ozono troposférico han aumentado en general, por encima de los de 2016 y 2015, y que "la contaminación generada desde las principales ciudades y las autovías y autopistas se extiende por el territorio, afectando a zonas más alejadas y rurales".

A su juicio, la contaminación por ozono debería abordarse como un problema sanitario de primer orden y ha añadido que la Agencia Europea de Medio Ambiente estima en 1.600 las muertes prematuras en España en 2014 por la exposición a niveles de contaminación por ozono como los registrados en Extremadura durante 2017.

Las personas más afectadas son los niños, las personas mayores, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares crónicas.

Los costes sanitarios derivados de la contaminación por ozono representan alrededor de 5.000 millones de euros al año, un 0,33 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar el coste de los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.