Explica Constancia que hasta ahora no se habían atrevido a pedir el apoyo explícito de sus vecinos y de todas las personas a las que el caso de su hijo Fabio les ha tocado el corazón y la razón porque "teníamos miedo a la indiferencia". Pero ni ese temor inicial, ni el frío y la lluvia, ni siquiera algunas voces que se han alzado contra la inclusión del menor en la lista de espera para el trasplante de riñón, lograron minar la concentración ciudadana que ayer se celebró en el municipio cacereño de Ahigal en apoyo a la causa por la que este niño de 9 años y sus familiares llevan luchando casi cinco años.

El pueblo se volcó ayer con Fabio Asensio. Reivindicó "justicia" y reivindicó "igualdad"; dos palabras que se repitieron insistentemente durante toda la mañana, no solo en los carteles y las pancartas, también en los labios de los varios centenares de personas que se congregaron en la casa de cultura. Allí estaban los que fueron sus compañeros de clase, y aún amigos, hasta que en el 2003 le diagnosticaron una disfunción renal crónica que ahora le obliga a permanecer 13 horas diarias conectado a una máquina de diálisis. Tampoco faltaron representantes del equipo de gobierno del ayuntamiento, que se ha implicado en la organización de este acto de protesta, al igual que las distintas asociaciones sociales y culturales de la localidad. También acudieron conocidos de pueblos próximos como Montehermoso o Santibáñez.

Un derecho común

La lluvia obligó a desplazar el acto, del parque del Ejido al salón de actos de la casa de cultura. El lleno fue completo. Y allí escucharon a Constancia García leer el manifiesto con el que reivindicó el derecho de su hijo a ser incluido en la lista de espera para ese trasplante de riñón, algo que la sanidad madrileña le ha negado en dos ocasiones debido --según los informes médicos-- a que la intervención tiene muchos riesgos y "no mejoraría" la calidad de vida del niño dado que sufre una discapacidad psíquica. "Ayer --por el sábado-- celebramos el día de la Constitución española. Me llena de orgullo saber que hay tantas personas aquí, precisamente para eso, para que se haga cumplir esa Constitución, para defender el derecho a la igualdad de Fabio", destacó Constancia, con su hijo al lado, rodeados de niños y con una pancarta que rezaba: "Somos iguales, ¿no lo véis?".

Ella insistió en que lo que quieren es que Fabio goce del derecho a tener una oportunidad de vivir y mejorar su calidad de vida, a que no se le excluya de la lista de espera porque sea discapacitado. "Si luego su médico desaconseja la intervención, seríamos los primeros en no llevarla a cabo. Pero se habría respetado su derecho a la igualdad", explicó. La decisión, de momento, está en manos del juzgado de Plasencia, que archivó el caso pese a reconocer que se estaba violando ese derecho constitucional y ahora debe reabrirlo a instancias del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.