María Dolores Sánchez, una de las hijas de la anciana asesinada el lunes, aseguró ayer a EL PERIODICO EXTREMADURA que los abogados de la familia ya trabajan para emprender acciones legales contra la residencia Nuestra Señora de la Piedad de Almendralejo. Según Sánchez, los familiares han decidido pedir responsabilidades a quien corresponda y ante la autoridad competente. "No se puede explicar cómo un residente escondía un arma blanca en su habitación", explicó.
Además, María Dolores Sánchez recordó cómo la dirección del centro impidió a su madre tener una botella de lejía en su propia habitación para la higiene del cuarto porque "lo considereba algo peligroso para los miembros de la residencia".
Por su parte, el director del centro almendralejense, Mario García, argumentó que "el geriátrico no es ninguna cárcel, es el hogar de los mayores", aunque reconoció que "se presta especial atención a aquellos residentes con problemas psicológicos para evitar que tengan en su poder objetos que puedan causarles daño a otras personas".
El director señaló que algunos residentes pueden tener en sus habitaciones navajas u objetos similares ya que a veces compran comida por su cuenta y la consumen en sus habitaciones.
Mientras, continúa el proceso judicial abierto contra el presunto autor del crimen, Juan Gil, que pasó su primera noche como preso en el hospital de la cárcel de Badajoz. Según fuentes policiales, durante las horas posteriores a la detención ningún familiar del presunto asesino hizo acto de presencia. Según ha podido saber este diaro, Gil tiene un hijo y una hija y además de una hermana en Higuera de Vargas. Por su parte, el abogado de oficio del detenido evitó ayer hacer declaraciones amparándose en el secreto de sumario.
ENTIERRO Más de 300 personas despidieron ayer en Montijo a la asesinada Matilde Agreda. El funeral tuvo lugar en la iglesia de San Pedro Apóstol y su párroco, Andrés Romero, alertó en su homilía sobre el incremento de la violencia doméstica. Al sepelio asistieron la alcaldesa de Montijo, Mercedes Molina, y la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEX), María Josefa Caraballo. Esta abogó por la creación de una ley integral contra la violencia de género para acabar con ella y dijo que aunque se ha avanzado mucho es esencial abordar el problema desde todas las áreas.
