No queremos que el asesinato de mi padre quede impune". Esta frase, pronunciada por Ainara Carrasco, la hija del exconcejal socialista de Mondragón (Guipúzcoa) Isaías Carrasco, asesinado en marzo por ETA, resume el sentir de la última familia que ha quedado destrozada por un acto terrorista en España. Los meses que han transcurrido desde entonces "han sido muy duros", señaló la joven con voz firme en el discurso que ofreció con motivo del acto de homenaje a todas las víctimas del terrorismo celebrado ayer en Quintana de la Serena (Badajoz), el pueblo natal de su madre, Marian Romero.

El sencillo homenaje se rindió en una plaza a la que próximamente se le dará el nombre de víctimas del terrorismo, justo en el lugar en el que se instalará un monumento en recuerdo de todas aquellas personas que han perdido la vida a manos de la banda terrorista y de sus familias. Solo el apoyo de quienes ya han pasado por su situación ha podido mitigar algo el dolor y el sufrimiento de una esposa, Marian Romero, y sus tres hijos, Ainara, Adei y Sandra, que no pudo asistir al acto de ayer. Una familia que todavía se pregunta por qué ETA decidió asesinar a "un buen hombre, un hombre trabajador, un hombre sencillo que fue asesinado el 7 de marzo por sus ideas socialistas".

Ante tal crimen, Ainara alzó ayer la voz para compartir con los presentes las tres exigencias básicas de su familia y de todas las víctimas: "verdad, justicia y memoria". "Exigimos que los asesinos de mi padre, los que le marcaron con una diana, los que organizaron su asesinato y los que empuñaron y dispararon los cinco fatales disparos, así como los que los han amparado, sean detenidos, juzgados y encarcelados", dijo Ainara. "Maldita sea ETA, maldito sea el terrorismo y malditos los que lo apoyan y lo justifican", insitió la joven antes de agradecer a la localidad de Quintana de la Serena este acto en recuerdo de su padre, quien hace seis años visitó la localidad con motivo de un acto de hermanamiento entre las asambleas locales de este municipio pacense y Mondragón.

En el acto participó el alcalde, Juan Manzano, y también asistieron la presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Rafaela Romero, también natural de Quintana, y pariente, aunque lejana, de la viuda. También estuvieron la senadora socialista Ascensión Murillo y el popular Paolo Atalaya, además de los consejeros extremeños de Fomento, José Luis Quintana, y de Agricultura, Juan María Vázquez, y el subdelegado del Gobierno en Badajoz, Inocencio Ramos.