En torno a 250 personas, familiares de presos de la banda terrorista ETA que cumplen condena en las prisiones de Badajoz --9-- y Cáceres --6--, protagonizaron la mañana de ayer una protesta ante ambos centros para reclamar el acercamiento a cárceles del País Vasco, especialmente de los que están enfermos --Gorka Fraile en Badajoz, como Txus Martín e Ibon Iparragirre en Zaballa (Alava) y Alcalá Meco--, y el final de la política de dispersión.

La concentración de Badajoz --donde cumplen condena ocho varones y una mujer--, con 160 participantes, tuvo lugar entre las 10.00 y las 12.00 horas. Los asistentes, que llegaron en varios autocares --tres en Badajoz--, se manifestaron mostrando algunas pancartas de apoyo a los presos de ETA, como hicieron otros miembros de los colectivos de familiares de presos en otras 41 cárceles de España, en una campaña promovida por colectivos como Ezker Abertzlea.

La Unidad de Intervención de la policía estuvo presente y no se produjeron incidentes, según confirmaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía. Como tampoco en el interior de la prisión, donde hubo "total normalidad", según fuentes penitenciarias.