Las aguas bajan revueltas en IU-Extremadura. La dimisión de Manuel Cañada ha abierto la batalla sucesoria, en la que un importante sector (al menos el 30% de los militantes, según los resultados del último congreso regional) no está dispuesto a admitir que el ya excoordinador coloque a su heredero .

Según aseguró Baltasar Mateos, miembro de la Presidencia de IU, concejal en Llerena y uno de los cabecillas de este sector, Cañada ya ha decidido que sea Víctor Casco, edil cacereño, quien le suceda, "al más puro estilo monárquico".

Por ello, han decidido organizarse para plantar cara. Ayer tuvieron su primera reunión, "en un hotel, porque se nos negó la sede de IU". Del encuentro salieron algunas líneas de lo que será su actuación futura. Se trata de que la elección de coordinador sea participativa "no impuesta", que IU cambie de nombres y de planteamientos "participando en los movimientos sociales y no intentando dirigirlos", y que la coalición recupere a militantes que se marcharon "por la actitud cerrada de la dirección" como Ricardo Sosa o Pedro Escobar (posibles candidatos de este sector).

OCULTISMO Y AUTORITARISMO

Además, los críticos desgranaron un rosario de agravios y errores del anterior coordinador. Así, indicaron que muchos miembros de la Presidencia regional de IU se enteraron por la prensa de su dimisión, "que pone como tercer diputado de IU a José Antonio Jiménez, del Siex, como consecuencia de un pacto impuesto a nuestras bases".

También achacan a Cañada el fiasco en la elecciones municipales, donde la coalición perdió peso o desapareció en las principales ciudades y ni siquiera presentó lista en municipios medianos. Asimismo, se preguntan por qué, si iba a marcharse, firma acuerdos con el PSOE como el de la televisión autonómica, "que tampoco se ha consultado a los militantes, ni venía refrendado por los órganos colegiados".

En cuanto a las verdaderas razones de la dimisión de Cañada, afirman que "se verán" a medio plazo. En todo caso, ahora prefieren centrarse en la preparación del congreso de noviembre, para lo que van a pedir el censo de militantes "y esperamos que no nos lo nieguen".