Los colegios farmacéuticos extremeños, junto a la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anepf), potenciarán con una campaña dirigida a los consumidores la figura del boticario como "asesor de salud", según explicó ayer el director general de Anepf, Rafael García.

Esta campaña, en cuyo acto de presentación estuvieron presentes el consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara; los presidentes de los colegios farmacéuticos de Cáceres y Badajoz, Pedro Claros y Cecilio Venegas, respectivamente, y el secretario regional de UCE, Javier Rubio, va especialmente dedicada al uso de las medicinas que no necesitan receta, donde no hay consejo médico previo, y se trata de conseguir, según García, tanto una mejor utilización de los recursos del sistema, para no sobrecargar a los médicos con consultas de problemas leves, como evitar que el consumidor extremeño tome ciertas medicinas "como si se tratase de caramelos".

Por su parte, el consejero de Sanidad explicó que no se trata tanto del modo en que se utilicen los recursos del sistema como de potenciar la figura del farmacéutico "como experto de este sistema, y cuyo consejo es muy accesible", aunque agregó que "el primer responsable de la salud es el propio usuario.

En cuanto al gasto en medicamentos, que el pasado año creció en Extremadura por encima de lo esperado (aunque menos que la media española), hasta situarse cerca de los 250 millones de euros, con un espectacular aumento de más del 20% en diciembre, Fernández Vara rechazó que estas subidas se deban a que se han incluido en la factura del último mes recetas de los primeros días de enero.

En cambio, el consejero aludió a factores como la existencia de dos días más de facturación, la facturación de recetas de medicamentos entregados anteriormente y el hecho de que medicinas recetadas en diciembre no se recogiesen hasta los primeros días de enero, para explicarlo.

En todo caso, reconoció que si se mantienen estas subidas del gasto "tendremos ya mismo un problema gravísimo", por lo que hizo un llamamiento "a todos", incluidos los pacientes, para que, en vez de culpar a determinados colectivos, se busque una solución que, a su juicio, pasa por la educación sanitaria.