Hemos estado siguiendo esta mañana las diferentes etapas del simulacro y aunque todavía no es el momento de hacer una evaluación, que empezará cuando acabe el ejercicio, la primera impresión es que las cosas se han hecho bien y que están bien coordinadas las administraciones locales, regionales y nacionales y estas a su vez con los equipos internacionales aquí presentes". De esta forma valoró ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el desarrollo del simulacro europeo de emergencia nuclear Curiex 2013, coordinado por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias y desarrollado en el entorno de la Central Nuclear de Almaraz. La simulación comenzó el pasado martes por la mañana tras comunicarse un supuesto accidente en la planta nuclear que desembocaba en una fuga radiactiva a la atmósfera y que motivaba la activación de los planes de emergencia exterior. El operativo concluirá hoy con diferentes pruebas que habrían de realizarse tiempo después de haber tenido lugar el accidente --como el control de alimentos y agua, por ejemplo.

En el ejercicio toman parte en total unos 1.600 efectivos. Casi una tercera parte de ellos (quinientos) pertenecen a la Unidad Militar de Emergencias (UME); 346 a la Guardia Civil; 250 al Cuerpo Nacional de Policía y otros tantos a la Administración regional. Igualmente, han contribuido a su realización con personal y vehículos otros cinco países: Bélgica, Francia, Italia, Portugal y Marruecos.

Fernández Díaz también quiso agradecer "muy especialmente" la "implicación" demostrada por los ciudadanos de los doce municipios inicialmente afectados (aquellos ubicados en un radio de 10 kilómetros de la central) lo que, añadió, demuestra que "la labor pedagógica desarrollada desde enero hasta ahora ha sido muy satisfactoria".

"Me llevo la mejor de las impresiones", dijo el ministro, que estuvo acompañado por sus homólogos francés y portugués, Manuel Valls y Miguel Macedo, respectivamente, el director de Protección Civil en Bélgica, Jerôme Glorie; el responsable del nuevo Centro de Coordinación de Emergencias de la UE, Meter Billing; y el walli-director de Migraciones y Vigilancia de Fronteras del Ministerio del Interior marroquí, Khalid Zerouali. Antes de viajar a Plasencia y Navalmoral, todos ellos participaron a primera hora de la mañana en un encuentro en

el Centro de Formación de Tropas (Cefot) 1 de Cáceres para conocer los detalles de este simulacro que, incidió el ministro, "mantiene la seguridad europea" en un nivel "muy alto". Igualmente, remarcó que una vez concluido hoy el ejercicio dará comienzo una fase "extraordinariamente especial", la de la evaluación, que permitirá detectar "las debilidades y fortalezas" de los planes de emergencia.

El coste total del operativo ha sido de 585.000 euros, cubiertos en un 85% con fondos europeos. "Partiendo del supuesto de que la seguridad no tiene precio, creo que el coste no es en absoluto desorbitado, sino razonable". Además, adujo, "lo importante es estar preparado".

Por su parte, Manuel Valls recordó que hace unos meses el metro de la ciudad francesa de Lyon, fue escenario de otro simulacro, igualmente cofinanciado por la Unión Europea, que partía del supuesto de un ataque biológico en este medio de transporte y subrayó que este tipo de acciones "nos permiten prepararnos a todos y sacar lecciones para cada país".

Las autoridades presentes de los seis países que han tomado parte en el simulacro asistieron a una exhibición realizada por efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que también presenciaron el presidente extremeño, José Antonio Monago, el delegado del Gobierno, Germán López Iglesias, y los consejeros de Sanidad y Administración Pública, Luis Alfonso Hernández Carrón y Pedro Tomás Nevado-Batalla, respectivamente.