Lo que estamos haciendo en Extremadura es vengarnos del pasado". Con frases como esta, el candidato a la Presidencia de la Junta por el partido socialista, Guillermo Fernández Vara, trató de convencer ayer a las alrededor de 300 personas que acudieron al Hotel Palace de Madrid, convocadas por Fórum Europa, de que Extremadura ha dado un vuelco histórico en los últimos 25 años y de que su programa de gobierno pretende profundizar en el mismo.

Había expectación en Madrid por oír a Fernández Vara. Porque junto a los habituales correligionarios llegados desde Extremadura (acompañó al candidato prácticamente todo el Consejo de Gobierno de la Junta y numerosos alcaldes y otros cargos socialistas); miembros del Gobierno (la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona); del Congreso (el portavoz parlamentario del PSOE, Diego López Garrido); y del mundo sindical (el secretario de Comisiones Obreras, José Maria Fidalgo), destacó en ese auditorio la presencia de muchos representantes del mundo periodístico. De los que hacen que pesen sus opiniones entre los ciudadanos porque hablan en las tertulias y escriben columnas en los periódicos, desde Fernando Jáuregui a Enric Sopena.

Precisamente Jáuregui fue uno de los periodistas que preguntó al candidato tratando de averiguar si además de ser "el sucesor de Ibarra", hasta ahora como cabeza de cartel a la Presidencia, habrá de ser o no, caso de ganar las elecciones el próximo 27, émulo de Ibarra en lo tocante a declaraciones contundentes y polémicas y de amplio eco mediático. Y Vara, si bien dijo que aspira a representar a los que no se resignan a "que manden otros", marcó distancias respecto al estereotipo que los medios de comunicación han creado del presidente extremeño: "Demasiadas veces de Ibarra se han destacado más las cosas que ha dicho que las cosas que ha hecho..."

HECHOSY a lo que fundamentalmente él había ido a esa reunión del Hotel Palace era a hablar de hechos; de cómo Extremadura "se está vengando de su historia". Y echando mano del viejo recurso de contar una historia dentro de otra, utilizó el artificio de ir paseando a un amigo madrileño por Olivenza para irle describiendo "el vuelco" experimentado por Extremadura. Y si pasaba junto a un colegio, el candidato le explicaba que en las aulas extremeñas había un ordenador por cada dos alumnos, mientras que en Baleares había uno por cada 16; si pasaban junto a la biblioteca le informaba de que Extremadura, con 43 por cada 10.000 habitantes, tiene la tasa más alta de España; si la visita por Olivenza los llevaba junto a un edificio en construcción, le ilustraba sobre los 12.000 pisos del ´plan 60.000´ y de cómo en la región el pago de la hipoteca representa el 25% del salario medio cuando en el conjunto de España es el 60%. El paseo por el centro oliventino lo aprovechó el candidato para informar a su amigo de que los pequeños comercios habían creado un 22% del empleo de los últimos años, mientras que en España la tasa de empleo creado por ese sector era el 4%; y una vuelta por las afueras le hizo recordar que en el 1983 no había polígonos industriales como los que veía, dado que había en la región 10.000 empresas mientras que ahora hay 63.000.

Sin embargo, en la reunión del Palace hubo alguna ocasión para la teoría --Fernández Vara dijo que su definición de política "es la pasión por la igualdad" y que la "equidad es la mejor expresión de los derechos"-- y también para señalar que los retos que tiene ante sí la región es la de crear empleo ("es mi obsesión", apuntó) hasta alcanzar los 500.000 empleados; la de atraer industrias, ofertando para ello suelo gratis; la de continuar tejiendo una red de infraestructuras en cuyo sufragio podría participar el sector privado; y en la de llegar al año 2013, cuando se acabe el actual periodo de ayudas europeas, "y ni nos preocupe que no sigamos percibiéndolas porque no las necesitemos".