El Gobierno extremeño va a pedir una línea de crédito para pagar en diez años, aunque si puede ser antes lo hará, la deuda del Festival de Mérida, que asciende a 3,5 millones de euros y que piensa amortizar destinando entre el 17% y el 20% del presupuesto de cada edición. La consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales, no quiere dar un porcentaje definitivo porque dependerá de los recursos que consiga el festival en cada edición, pero el nuevo gerente, Pedro Blanco Vivas, ha hablado de cantidades como esa. "Se ha hipotecado el festival para los próximos diez años" por la gestión económica de los anteriores responsables, indicó ayer Nogales, que considera que "era un secreto a voces la compleja situación del festival".

La deuda total, según el plan de viabilidad realizado con el equipo que dirige Blanco, asciende a 3.558.078 euros; de los que 1.846.212 euros son impagos a acreedores y proveedores; 645.000 a la Seguridad Social, 534.500 a la Agencia Tributaria y casi 253.000 al personal. El nuevo gerente aseguró que entre las irregularidades detectadas en las cuentas de ejercicios anteriores destacan "cheques emitidos al portador por 28.000 euros en el año 2008, sin documentación de por qué se paga" o la apertura de "cinco o seis libros de contabilidad iniciada". Además, recordó que hay procedimientos judiciales abiertos a causa de las deudas y que se están investigando las cuentas de los años 2008, 2009, 2010 y 2011. "La única vía que tenemos es afrontar esta deuda" para garantizar la continuidad del festival, comentó, y para ello "necesitamos liquidez".

A este respecto, la Junta va a pedir ese crédito a diez años, aunque "si lo podemos liquidar antes, lo haremos", reiteró la consejera. Una de las vías para ahorrar dinero y amortizar mejor ese préstamos es que se va a firmar un convenio para que los servicios jurídicos de la propia Administración regional se haga cargo de los procesos judiciales y así ahorrarse costes.

La intención del nuevo equipo es que "al menos en la edición del 2012 no tengamos déficit porque no se va a gastar más de lo que fija el presupuesto", señaló el gerente, que avanza que los primeros que tienen que recibir sus retribuciones son los trabajadores de la oficina del festival, que llevan sin cobrar varios meses.

Por otro lado, Nogales no adelantó nada respecto a la programación de este año, ni de su presupuesto, ni tampoco si se va a dejar el festival en manos de una empresa privada, porque todo eso se analizará y aprobará en el Consejo Rector del próximo 26 de marzo. Solo indicó que "la edición del 2012 va a ser muy ilusionante y va a devolver al festival buena parte de su seña de identidad". Además, garantiza a las compañías que puedan llegar que "lo que se contrate lo van a cobrar, que estén tranquilas".