De las sucesivas secuelas que los efectos especiales están dejando en las pantallas de los cines de todo el mundo, ´Noche en el museo´ es la penúltima de ellas. Puede uno pensar en ´Jumanji´ o en ´Parque jurásico´, es decir en películas en las que aparecen animales salvajes y personas amenazas por ellos. Puede pensar en los viajes en el tiempo y los conflictos que se producen cuando hay contacto con gentes de otra época. Ahora bien, mézclense los ingredientes, añádase un toque de comedia, escójase a algún actor con pinta de atolondrado y de quien uno pueda pensar que no tiene remedio y elija un título: por ejemplo ´Noche en el museo´. La película es el éxito de los cines de verano en pueblos de la región. El cómico Ben Stiller interpreta a un guarda de seguridad nocturno contratado por el museo de ciencias naturales de Nueva York. Durante su vigilancia empiezan a suceder cosas extraordinarias: mayas, gladiadores romanos y cowboys salen de sus exposiciones para participar en batallas épicas y un tiranosauro rex recorre las salas del centro.