El Día de Extremadura vuelve a hacer las maletas. Esta vez pone rumbo a Cáceres, que se convertirá la semana que viene en la cuarta localidad extremeña en acoger los actos institucionales de la fiesta autonómica.

Mucho ha llovido desde que el 6 de diciembre de 1983 el Consejo de Gobierno de la Junta aprobase la declaración del 8 de septiembre, festividad de la Virgen de Guadalupe, como Día de Extremadura. La primera celebración tuvo lugar en Guadalupe en 1985 y un año después, en la misma localidad, se empezaron a entregar las Medallas de Extremadura con un primer listado de premiados formado por el Rey Don Juan Carlos, Antonio Hernández, Ricardo Senabre, Manuel Pacheco, la Semana de Extremadura en la Escuela y el grupo de Danza en Alemania.

En 1987 la celebración se trasladó a Trujillo, que acogería los actos institucionales hasta el 1992 y donde se registró uno de los hitos históricos de la fiesta: la congregación, en 1991, de unas 100.000 personas.

En 1993 la Junta empezó a aplicar un nuevo modelo de fiesta regional, con la celebración de un acto institucional el día 7 de septiembre y de un acto religioso el día 8, a los que se suman los actos que celebran numerosos ayuntamientos.

Desde ese año la celebración institucional --con la entrega de medallas, el discurso del presidente de la Junta y actuaciones musicales-- se ha celebrado en el teatro romano de Mérida --excepto el año pasado, que por la amenaza de lluvia se trasladó al Palacio de Congresos--, mientras que el acto religioso se hace en el Monasterio de Guadalupe.

Ahora, trece años después, el Día de Extremadura hace las maletas camino de Cáceres para --se supone-- retornar a Mérida en el 2007.