La fiesta del Febrero volvió a brillar ayer con todo su esplendor en el inicio de los actos del Carnaval de Cáceres, que vivió anoche el concurso de canciones carnavalescas con la participación de ocho murgas y comparsas en el Auditorio. El guitarrista flamenco Javier Conde fue el encargado de ofrecer el pregón. Hoy tendrá lugar el desfile y hasta el próximo martes no se conocerán los ganadores de premios.

Por la mañana la plaza Mayor volvió a convertirse en el escenario elegido para la quema del pelele a cargo de los alumnos del taller de Historia Oral de la Universidad Popular Municipal de Cáceres. El muñeco, que rememora el que las antiguas lavanderas de la ciudad colocaban en su trabajo durante febrero, llegó a mediodía en un burro al que acompañaba un cortejo integrado en su mayoría por abuelos y abuelas con trajes típicos. Niños de todas las edades participaron en gran número de la tradición.

Previamente, se leyó el tradicional manifiesto en el que se rindió homenaje a Agustina Sáenz, La Colorá , la última lavandera cacereña enterrada el pasado domingo y para la que también tuvo un recuerdo el alcalde José María Saponi, que destacó la contribución de estas mujeres a la historia de la ciudad.

De nuevo se repitieron las largas colas en el Foro de los Balbos para disfrutar de los tradicionales coquillos y, como novedad, de los licores sin alcohol que sustituyeron al aguardiente de todos los años. Preguntado por este diario acerca de esta medida, Saponi aseguró que la fiesta "nunca se había distinguido por el alcohol", añadió que la medida "era muy buena porque podía haber alguna persona medicada" entre los asistentes y que "nunca se había servido una copa de anís a los menores", reiterando el carácter de "homenaje" de la convocatoria.