«Jamonear: Disfrutar de un buen plato de Jamón de Monesterio». El añorado poeta extremeño Antonio Román Diéz García definía así, en un divertido poema, el sentir de la Fiesta del Jamón de Monesterio, que acaba de celebrar su XXIX edición y por participación, constata su declaración de Interés Turístico Regional.

Y precisamente jamonear es lo que hicieron a lo largo de la jornada de ayer las casi 5.000 personas que, según la organización, se concentraron en los espacios habilitados por el ayuntamiento, para degustar las casi diez toneladas de Jamón de Monesterio, que, en piezas, o en generosas raciones, se vendieron a lo largo del día en los diferentes stands montados en el recinto por las empresas que colaboran con este certamen.

La larga jornada gastronómica vivida ayer en Monesterio, se inició a las puertas del recinto ferial, donde un grupo de azafatas repartió más de 2.000 bocadillos de jamón. A media mañana, cinco maestros y maestras en el arte del corte del jamón ofrecieron una exhibición ante cientos de espectadores. El alcalde, Antonio Garrote, y los industriales colaboradores, destacaron la «magnífica» promoción que para el municipio supone esta fiesta.