Con la resaca del primer día del Carnaval, las fiestas se suceden por las calles de Mérida. La primera fue para los más pequeños, en la carpa municipal, dirigida por un grupo de animadores. Tras esta se celebró el concurso con temas de presentación y cuplés, y por la tarde, las diferentes comparsas y chirigotas se desplazaron al asilo, centros y residencia de mayores, y al hospital psiquiátrico, a cuyos residentes llevaron la alegría y gracia de sus canciones. Y por la noche, las fiestas carnavaleras se concentraron en la peña El Narro, en la carpa y en la calle Santa Eulalia, con los cantacalles.

Además, en la plaza de España se degustaron 300 raciones de chocolate, 350 de migas y 300 de pancetas, que fueron cedidas por el Hotel Velada y la cafetería La Cruz de Guía y Novas.