Felicidad a medias". Fue la sensación que les dejó a los trabajadores de Monprint el fin del encierro que mantenían en las instalaciones de la empresa en Plasencia desde el 5 de diciembre para exigir el cobro de sus sueldos. 14 días después, Caja Extremadura adelantó ayer ese dinero a través de créditos a coste 0 por un acuerdo suscrito con Sofiex (socia minoritaria de la empresa), que invertirá el importe total (250.000 euros) en un fondo a plazo fijo de cuyos intereses, como compensación, se beneficiará la entidad financiera. Sin embargo, el futuro de la planta de impresión sigue en el aire y sus empleados se quedan de momento en paro.

Así lo explicó ayer el presidente del comité de empresa de Monprint, José Luis Avila, y lo confirmaron la vicepresidenta segunda de la Junta, Dolores Aguilar --máxima responsable de Sofiex--, y el secretario regional de CCOO (que tiene el 100% de la representación sindical en la empresa), Julián Carretero. Este último reconoció su decepción por la extinción de los contratos, si bien coincidió con Aguilar en destacar --en palabras de esta última-- que la "primera prioridad" era el cobro de las nóminas atrasadas, que estaba creando "situaciones para muchas familias desesperadas".

Para solucionar este problema, detalló la vicepresidenta, Sofiex ha llegado a un acuerdo con Caja Extremadura (miembro del Consejo de Administración de la sociedad pública) para que esta adelante el dinero a los empleados de Monprint a través de créditos a coste 0, que serán devueltos cuando pague el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) --organismo estatal encargado de asegurar el cobro de los salarios, pero que actualmente se encuentra desbordado por la crisis--. A cambio, la sociedad invierte el montante que se destinará a este fin (250.000 euros) en un fondo a plazo fijo cuyos intereses percibirá la propia entidad financiera, en compensación por el coste de los préstamos que ha concedido ahora.

La empresa, por su parte, costeará los 12 días de indemnización que deben pagarse a los trabajadores --unos 120.000 euros--, con líquido procedente de la venta de papel, aunque no se especificó cuándo. Los 83 empleados (79 de los cuales cobraron ayer), por tanto, pasan a estar en situación de desempleo, lo que no equivale a la desaparición de la empresa, que está a la espera de encontrar un socio que pueda reflotarla.

EXIGENCIA DE EXPLICACIONES En este sentido, la vicepresidenta de la Junta anunció que "se van a pedir y se van a exigir" explicaciones a Monprint sobre la gestión de los fondos invertidos por Sofiex --solo el pasado mes de agosto, inyectó dos millones de euros para paliar la complicada situación que ya atravesaba la empresa--. "Se irá contra aquellos que han puesto en peligro la inversión de manera irresponsable si así fuera el caso", dijo. En ese sentido, Carretero pidió que no se criminalice a quien no tiene responsabilidad, sino a quienes la poseen: "los responsables de Monprint, fundamentalmente, el consejero delegado".

Sobre la continuidad de la empresa, Aguilar la consideró posible al tratarse de "una de las plantas de artes gráficas más importantes de España, con una maquinaria prácticamente única". Por ello, dijo que aunque ahora la prioridad eran los trabajadores, se sigue trabajando en esa línea. Además, destacó que de las 50 empresas en las que participa Sofiex y pese a la "etapa tan difícil" que atraviesa la economía, solo dos (Lusográfica y Monprint) han fallado.