Vidas más largas y con mayor calidad. No hay duda de que el avance de la sociedad es fruto de la medicina, pero todo tiene un precio, y está resultando caro. El sistema público de salud tiene un déficit de doce millones de euros que el Gobierno intenta paliar con una serie de medidas entre las que incluye un importante recorte del gasto farmacéutico, que en el último año ha crecido en todo el país y principalmente en Extremadura, más del 5% --17 millones más--, aunque empieza a bajar. El número de recetas facturadas ha crecido también en el último año más que la media, un 6,25% --1,5 millones más de recetas--. El auge del mercado de medicamentos y la cercanía a ellos también son claves en el acelerón del gasto farmacéutico. Controlarlo es un problema en pleno debate político.

"A lo mejor tenemos que empezar a hablar de cosas que hasta ahora no nos hemos atrevido a hablar. ¿Tienen que seguir estando financiados todos los medicamentos y al 100%?" Fue la pregunta que planteó el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, en la comisión política del PSOE la semana pasada. El debate está abierto y la Comisión del Pacto de Estado por la Sanidad propone "analizar y actualizar, si procede, el copago farmacéutico", lo que implicaría un aumento del dinero que los pacientes pagan por las medicinas, mientras descarta la necesidad de un copago por los servicios médicos.

Al Partido Popular todo esto le suena ya a que la financiación de los medicamentos está cerca, algo que la oposición rechaza por entenderlo como perjudicial para los ciudadanos y considerar prioritaria la reducción de la burocracia sanitaria, el descenso de altos cargos y la eliminación de gastos superfluos en el Servicio Extremeño de Salud.

Vara no dio respuesta a su cuestión, pero sí argumentos: "Del 100% del gasto de un medicamento, antes el 30% lo aportaba el usuario y ahora da el 5%". En la actualidad, el usuario activo paga exactamente el 4,73% del precio real del fármaco --el pensionista, nada--, "y cayendo", cuando hace una década desembolsaba casi el doble --un 8% según los datos de Portalfarma--.

A medida que el precio que paga el ciudadano ha ido bajando la aportación de las farmacias se ha incrementado y ahora es incluso mayor. Desde el 2000 los farmacéuticos comenzaron a cofinanciar las medicinas hasta el 6% que costean en la actualidad. "Unos en detrimento de otros el Estado, ha venido resarciéndose siempre de en torno el 10% del precio, pero ahora se le queda corto porque nosotros no podemos dar más ya", explica Cecilio Venegas, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz.

"Al menos, si el usuario no paga más por las medicinas, que no entre todo, que no haya barra libre en la farmacia --el sistema financia todos los medicamentos excepto aquellos que se publicitan, que son un 3%--; aunque nosotros nos limitamos a acatar lo que diga el Gobierno, que es quien fija los precios y el régimen de aportación de los usuarios y las farmacias, y por tanto debe ser el Estado el que diga si financia todo para todos y siempre. Ni podemos ni debemos entrar ahí, a nadie le gusta, pero quizás los tiempos del gratis total y del todo para todos han pasado".

Lo que está claro es que "de nuestro margen ya destinamos una importante cantidad a rebajar la factura del sistema, entre el 6,5% y el 20% de nuestro negocio y no podemos colaborar más. Algunas farmacias están pagando un empleado que nunca viene a trabajar", comenta a modo de ejemplo Venegas. Y eso puede "comprometer gravemente" a los pequeños establecimientos farmacéuticos, abundantes en Extremadura --el 40% de las 677 farmacias existentes en el 2009 están en poblaciones de menos de 1.000 habitantes--.