Un siglo después, ya no hay traviesas de madera. Tras años de reivindicación de los usuarios, por fin se le ha dicho adiós a la parte más obsoleta de la infraestructura ferroviaria extremeña. Son 17 kilómetros de tramo entre Llerena y Usagre, que pertenecen a la línea de ancho convencional Mérida-Los Rosales, y cuya mejora supone una reducción de 25 minutos de viaje en el trayecto que une Cáceres con Sevilla. La Junta de Extremadura informó ayer de que ya están circulando trenes por esta nueva vía, de manera que los usuarios ya notan los cambios.

Las obras, realizadas por Adif, han supuesto una inversión de más de 11 millones de euros y han consistido en la sustitución del carril, traviesa y balasto, incluida la actuación en la estación de Llerena.

De este modo, ahora los trenes podrán alcanzar una velocidad de 120 kilómetros por hora en un tramo donde el límite de circulación estaba en 30 por la antigüedad de la plataforma. Así lo destacó ayer la directora general de Transportes, Eva Sánchez-Montero. También aseguró que supone «una mejora de la fiabilidad, seguridad y calidad de la vía».

Lo cierto es que si la red ferroviaria extremeña tiene 725 kilómetros, el 15% de sus traviesas eran del siglo XIX, de madera, las más antiguas que había en España. Y estaban situadas justo en este tramo entre Llerena y Usagre, en la línea que une Cáceres y Sevilla.

MÁS MEJORAS

Siguiendo con la línea de inversiones, Adif también tiene previsto actuar en la mejora y rehabilitación de 13 pasos a nivel. El objetivo fundamental, nuevo, es potenciar «la superestructura de la vía, homogeneizando sus condiciones para adaptarlas a las solicitudes de los tráficos ferroviarios».

Poco a poco el tren extremeño va adaptándose a la sociedad del siglo XXI.