Las organizaciones agrarias UPA-UCE, COAG ASAJA, APAG y los sindicatos CCOO y UGT coincidieron ayer en que el convenio de 2010, pese a ser un acuerdo de mínimos, era necesario para garantizar la paz social del campo. Este acuerdo, rubricado en Mérida, afecta a 17.000 empresarios agrícolas y a más de 63.000 trabajadores de la región. El nuevo convenio contempla una subida salarial del 0,9%, equivalente a 38 céntimos por jornada, que se aplicará con carácter retroactivo desder el 1 de enero de 2010.

Igualmente, el acuerdo recoge por primera vez aspectos en materia de igualdad, de los que se beneficiarán, entre otros, las más de 15.000 trabajadoras que se han incorporado a la agricultura en los últimos 10 años.

El convenio se negociará de nuevo en noviembre de 2011 sobre una cláusula del 0,5 de revisión salarial y en función de la evolución del Indice de Precios al Consumo (IPC). El secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, ha destacado el "consenso" alcanzado para garantizar la paz social. El presidente de APAG-Extremadura-ASAJA, Bibiano Serrano, resaltó el "final feliz" para todos gracias al "sentido común".