La empresa Iberinsa, una de las principales consultoras de ingeniería españolas, se encarga ya de elaborar el estudio técnico que determinará si es rentable convertir en autovía los 95 kilómetros de la N-521 que separan Cáceres de la frontera portuguesa, por Valencia de Alcántara.

El Ministerio de Fomento confirmó ayer que Ibérica de Estudios e Ingeniería (Iberinsa), de la multinacional Acciona, ha sido la adjudicataria del concurso para realizar los citados trabajos de consultoría y asistencia técnica de cara a la eventual prolongación de la autovía A-58 (Trujillo-Cáceres) hasta Portugal. El presupuesto del estudio, que estará listo en el año próximo, asciende a 1.049.927 euros.

Iberinsa analizará la situación medioambiental de los terrenos afectados y determinará los posibles trazados de la autovía, teniendo presentes los espacios naturales de especial protección.

Asimismo, estudiará los flujos de tráfico actuales de la N-521 y hará una prospección de los futuros de la autovía. Por último, abordará los efectos territoriales derivados de la construcción de la posible autovía y la rentabilidad de la actuación en tres escenarios distintos: si se construye la autovía, si se deja la N-521 como está y si se mejora la citada carretera nacional.

TRAYECTORIA Iberinsa es una empresa fundada en 1960 y está considerada una de las 200 ingenierías más importantes de Europa. Formada por más de 250 personas, trabaja principalmente para las administraciones del Estado. Ha redactado el Plan de Saneamiento de Cataluña, cuyo desarrollo está culminando la Generalitat. También se ha encargado de los estudios informativos y de impacto ambiental del tren de alta velocidad que enlaza Madrid, Zaragoza, Barcelona y la frontera francesa; del minitrasvase del Ebro entre Amposta y Tarragona; y de la tercera pista del Aeropuerto de Barcelona. Internacionalmente ha trabajado en más de 35 países, incluyendo Estados Unidos, Hong Kong, India, Malasia o Bangladesh.