La Junta de Extremadura y la firma Ibérica Sugar Company SL, perteneciente al grupo árabe Al-Khaleej Sugar, han suscrito esta tarde un protocolo para la instalación de una planta de procesado de remolacha azucarera en Mérida, un proyecto en el que las ayudas y los incentivos agroindustriales jugarán un papel clave.

Dicha instalación, diseñada para procesar 36.000 toneladas al día de remolacha azucarera en azúcar refinado, ocuparía una superficie de 974.000 metros cuadrados en el polígono "Expacio Mérida", con una inversión de 436 millones de euros y una previsión de unos 200 empleos directos y estables.

El protocolo de intenciones ha sido firmado por el jefe del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara, y el representante de la empresa, Hassa Jamal Majid Al Ghurair, quienes posteriormente han ofrecido una rueda de prensa en la sede de la Presidencia extremeña.

En este sentido, el protocolo recoge que "el proyecto no habría sido suficientemente rentable si no se hubiese contado con la línea de ayudas contemplada", las cuales tienen "el efecto incentivador exigido" para contribuir al desarrollo regional y a la creación de empleo de calidad.

"De no existir, esas inversiones no se hubiesen realizado o, en todo caso, se habrían localizado en otra región distinta", refleja el citado protocolo.

Asimismo, y así queda recogido, se podrían llegar a conceder las ayudas reguladas en el Decreto 208/2016, por el que se establecen las bases reguladoras de concesión de incentivos agroindustriales, cuyo objetivo es el apoyo a inversiones destinadas a transformación, comercialización y/o desarrollo de productos agrícolas.

Hassa Jamal Majid Al Ghurair ha felicitado a la Junta y al Ayuntamiento de Mérida por haberles "facilitado" la llegada de este proyecto. "Hemos tomado una decisión muy buena y espero que lo antes posible podamos" llevarlo a la práctica, ha agregado.

Preguntado por esta iniciativa y "las grandes oscilaciones" de precios que presenta el mercado del azúcar, el representante de la mercantil ha afirmado que, si bien es cierto que los precios cambian constantemente, "se puede competir con tecnología, socios adecuados y ubicarse en el lugar correcto".

"Es un gran proyecto y un gran reto" desde el punto de vista del empleo, la financiación, el medioambiente y la documentación", ha añadido.

Al respecto, Fernández Vara ha destacado la agilidad de la Administración a la hora de tramitar la documentación precisada "en el menor tiempo posible" para el que proyecto fuera viable".

En su opinión, la Administración extremeña ha sido "competitiva" a la hora de resolver "los papeles antes que los demás", ya que existían otros lugares interesados en el proyecto. "Es muy importante que las empresas se sientan acompañadas en la burocracia administrativa", ha añadido el jefe del Ejecutivo regional.

Por su parte, el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, ha destacado los esfuerzos que ha hecho el Ayuntamiento, "todos fundamentados en la rebaja de la presión fiscal que las instituciones ejercen sobre las empresas".

"Se trata de unas rebajas de las que no sólo podrán beneficiarse este futuro proyecto de azucarera, sino el conjunto de todas aquellas empresas que tengan la intención y quieran instalarse en nuestra ciudad", ha manifestado.

Al acto han asistido representantes de diversas organizaciones agrarias, como UPA-UCE y ASAJA Extremadura, entre otras. A juicio del secretario general de UPA-UCE Extremadura,Ignacio Huertas, "estamos ante una súper noticia que abre muchas expectativas" a un nuevo cultivo de regadío.

Según sus cifras, harían falta alrededor de 36.000 hectáreas de remolacha azucarera, cuyo cultivo es anual y rotario, para atender la demanda de producción de la futura fábrica emeritense.

Para el responsable de Asaja Extremadura, Ángel García, aunque la noticia "abre nuevas posibilidades", es necesario que se garantice previamente la rentabilidad del cultivo, especialmente de cara a la transformación de los regadíos ya existentes.