El fiscal cree que la conducta del exdirector del colegio de Los Salesianos de Cádiz Francisco Javier López Luna (exdirector también en Badajoz), juzgado por doce delitos de abusos sexuales a alumnos del centro gaditano, sólo puede explicarse por un "sadismo sexual" del sacerdote, que "disfrutaba pegando y humillando" a los menores.

"Por más vueltas que le he dado es la única explicación posible", ha sostenido el fiscal en la última sesión del juicio celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz y que ayer quedó visto para sentencia. En sus conclusiones definitivas, el fiscal insistió en que el "sadismo sexual" encaja "como anillo al dedo" en la definición del comportamiento del sacerdote.

Por ello ha mantenido su petición de condena de 38 años de prisión por 12 delitos de abusos sexuales a menores porque entiende que en el juicio, en el que han declarado 36 alumnos del centro, ha quedado probado el ánimo libidinoso de los juegos agresivos que el sacerdote mantenía con los alumnos en su despacho durante los dos cursos en los que fue director del colegio, hasta su detención en julio del 2013. No obstante el fiscal ha planteado al tribunal la posibilidad de que si no ve acreditados los doce delitos de abusos sexuales, el sacerdote sea condenado por doce delitos contra la integridad moral de los menores, lo que acarrearía una pena de quince años de cárcel.

La última sesión del juicio por este caso ha continuado enfrentando dos versiones totalmente distintas, la de quienes acusan al director de eximir a alumnos del centro de ir a clases para ir a su despacho a hacer juegos agresivos (que en ocasiones incluían arrancar vello púbico o tirones de los genitales) y la de quienes creen que el salesiano sólo pretendía ganarse la confianza y amistad de alumnos problemáticos en una hipotética intervención educativa.