El Ministerio de Fomento garantizó ayer que la línea de alta velocidad (AVE) Madrid-Lisboa se hará en terreno español "pase lo que pase" en Portugal. Esto significa que el Gobierno mantiene su planificación y las obras en los tramos extremeños pese a la dimisión del primer ministro luso, José Sócrates, y el anuncio del país vecino de aplazar el proyecto hasta que mejore su situación económica.

Fuentes de Fomento rechazaron que la crisis política y económica portuguesa pueda afectar negativamente --en forma de retrasos o paralización-- a la construcción del AVE entre Madrid y Badajoz. "Todos los tramos están en obras o en proyecto. Mantenemos la planificación y tenemos un compromiso firme, que sigue encima de la mesa, de dar un impulso definitivo este año a todo el trazado a su paso por Castilla-La Mancha y Extremadura", apuntaron estas fuentes, recordando que el ministro José Blanco prometió hace unos meses tener licitado por completo todo el trazado durante el actual ejercicio 2011.

Desde el ministerio insistieron en que el proyecto sigue su curso y que también continúa adelante el proceso para la construcción de la estación internacional de Badajoz-Elvas. Actualmente está abierto el concurso para la adjudicación de los trabajos de redacción del proyecto de estas instalaciones, que tendrán su terminal de pasajeros en suelo español y la de mercancías, en portugués. Esta licitación es conjunta, con participación de los dos países, y el ministerio asegura que el procedimiento se mantiene.

La crisis del Gobierno luso y su repercusión sobre el AVE en tierras portuguesas desató ayer cierta inquietud entre los dirigentes extremeños. El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, dijo en Mérida que exigirá que "siga el ritmo comprometido" en el tramo español y se mostró optimista sobre el futuro de la alta velocidad hasta Lisboa. "Se tienen que poner en valor las seguridades de la línea Madrid-Lisboa puesto que se trata de un proyecto del Gobierno de España y por tanto no está vinculado a que luego continúe a Lisboa. No hay problema ninguno", manifestó. El máximo mandatario de la Administración regional sí reconoció que, si el AVE se retrasa en Portugal, podría variar el número de trenes diarios entre Badajoz y Madrid, puesto que se organizarían "de acuerdo con la demanda nacional".

EL PP PIDE UN COMPROMISO Por su parte, el presidente regional del PP, José Antonio Monago, calificó la dimisión de Sócrates como "mala noticia" para Extremadura, al tener pendiente esta infraestructura ferroviaria. Por eso exigió al ministro de Fomento, José Blanco, que comprometa su palabra a que el AVE llegará hasta Badajoz independientemente de lo qué haga Portugal.

Más desconfiado se mostró Pedro Escobar, coordinador regional de Izquierda Unida. Bajo su punto de vista, la marcha de Sócrates retrasará el proyecto, al abrir con esta decisión un proceso en el que no se sabe si habrá elecciones anticipadas o no en el país vecino, produciendo una "parálisis que impide tomar decisiones" al respecto. Eso, según advirtió, "no va a beneficiar" al AVE extremeño.