Nuevo paso administrativo para la futura conexión de Cáceres y Badajoz por autovía. El Ministerio de Fomento expone al público los estudios informativo y de impacto ambiental de los diez trazados posibles para conectar la actual A-58 (autovía entre Cáceres y Trujillo) con la A-66 (autovía Ruta de la Plata) y poder enlazar así con el nuevo trazado entre Cáceres y Badajoz que discurrirá paralelo a la actual carretera, la Ex-100.

Lo que se pretende, en definitiva, es dar continuidad a la A-58, ya que será esta autovía la que finalmente también una las dos capitales de provincia de modo que la conexión sea Trujillo-Cáceres-Badajoz. Pero para llegar a esa punto hay que dar muchos pasos todavía. Uno de ellos es la unión de la actual A-58 con la A-66 (que cuenta con un acceso a la actual Ex-100). Para ello, la administración plantea diez alternativas distintas aunque destaca que hay una más favorable que el resto. Es la alternativa que comienza a unos 14 kilómetros de Cáceres, rodea Sierra de Fuentes, discurre por el borde de la Zona de Especial Protección de Aves (Zepa) Llanos de Cáceres y finaliza en el enlace de Valdesalor de la Autovía de la Plata (la alternativa 1 en la imagen). «Se plantea como la solución más favorable», indican desde Fomento. Este trazado tiene una longitud de 13,96 kilómetros y supondría un presupuesto de 37,96 millones de euros.

Según la publicación ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la Dirección General de Carreteras aprobó provisionalmente este estudio informativo el pasado 27 de junio, en el que se analizan las nuevas alternativas de prolongación por el sur de Cáceres de la autovía Trujillo-Cáceres-Badajoz (A-58). La autovía A-58 finaliza actualmente en las proximidades del casco urbano de la capital cacereña, en la zona del campus universitario, y para darle continuidad, el Ministerio y la Junta suscribieron el pasado abril un acuerdo sobre el cambio de titularidad de la carretera autonómica EX-100, de Cáceres a Badajoz, a favor de Fomento. En virtud de esta firma, la Ex-100 ha adquirido su anterior denominación de carretera N-523 y se ha convertido en el futuro tramo de prolongación de la autovía A-58 hacia Badajoz y Portugal. «Esta nueva infraestructura, adicionalmente, mejorará la seguridad vial en la travesía de la carretera N-521 a su paso por Cáceres al separar el tráfico local del de largo recorrido». El principal condicionante ambiental que afecta a la actuación consiste en la afección que las distintas alternativas ejercen sobre la zona Zepa de los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes. El estudio informativo que ahora se presenta constituye una actualización de su versión anterior para incluir nuevas alternativas que puedan ser consideradas viables por el órgano ambiental.

La delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, destacó ayer la importancia de este nuevo paso adminsitrativo. «Es una muy buena noticia» que reciban un nuevo impulso algunas de las cuestiones que el Ministerio de Fomento «tenía pendientes» con Extremadura y que son «esenciales» como es esta infraestructura. Recordó que la conexión de la A-58 con la A-66 debe estar sometida a impacto ambiental y requiere de un estudio previo a su licitación.