Los cerca de 8 millones de euros que Renfe dejó de gastar el año pasado en Extremadura --y que estaban incluidos en los Presupuestos Generales del Estado-- no tienen un destino claro, según los expertos consultados por este diario.

En primer lugar, todo depende de si las partidas ya estaban comprometidas o no. En caso afirmativo deben pasar, obligatoriamente, a los presupuestos del año siguiente, en este caso del 2003. Por lo que se refiere a los presupuestos no comprometidos con proyectos concretos, la compañía tiene una doble opción: trasladarlos al año siguiente o bien destinarlos a otros proyectos dentro del mismo capítulo, con lo que podrían ir a parar a otras regiones.

Este año Renfe prevé invertir en Extremadura más de 26 millones de euros.