MERIDA. Un total de 6.803 empleados públicos participaron el año pasado en el Plan de Formación de la Junta de Extremadura, en el que se invirtieron 2.463.960 euros (410 millones de pesetas) a fin de mejorar el servicio que la Administración regional presta al ciudadano.

Así lo manifestó ayer el director general Función Pública, Tomás Guerrero, que explicó que este plan fue aprobado en febrero de 2002 con el objetivo, entre otros, de "reforzar la conexión entre la oferta formativa y el proceso de trabajo" para así mejorar el servicio que se presta a los ciudadanos.

Además, según explicó Guerrero, se perseguía descentralizar la acción formativa con el fin de evitar que Cáceres, Badajoz y Mérida sigan concentrando la mayoría de los cursos. EFE