El proyecto de planta fotovoltaica ‘Núñez de Balboa’, que Iberdrola construye en Extremadura ha generado hasta el momento un total de 1.200 empleos, de los cuales un 70 por ciento han sido cubiertos por personal extremeño, y hasta 150 procedente los municipios que acogen la construcción, Usagre e Hijonosa del Valle. La consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad de Extremadura, Olga Garcia, acompañada por el director de renovables de Iberdrola en España, Julio Castro, visitaron ayer la planta para comprobar el avance de las obras que en la actualidad han montado más del 50 por ciento del 1.430.000 paneles fotovoltaicos finales.

La construcción de la subestación de planta y la de maniobra se encuentra «muy avanzada» y se prevé que el montaje electromecánico esté terminado en diciembre. No obstante, la «·complejidad logística» del proyecto -el transporte de los componentes principales supone la llegada a obra de unos 3.200 contenedores- requiere una «gran» labor de coordinación de las fases de fabricación, transporte y montaje en obra.

La planta, que ocupa una superficie de 1.000 hectáreas y es la más grande de Europa en construcción (500 MW), generará energía limpia suficiente para abastecer a 250.000 personas, y evitará, la emisión a la atmósfera de 215.000 toneladas de CO2 al año. Esta instalación, en la que Iberdrola va a invertir en torno a 300 millones de euros, forma parte del plan de relanzamiento de energías limpias de Iberdrola.

Junto a Núñez de Balboa, en fase de construcción, Iberdrola ha avanzado en la tramitación de otros seis proyectos: Francisco Pizarro (590 MW), ubicado en Torrecillas de la Tiesa; Ceclavín (328 MW), en Alcántara; Arenales (150 MW), en Cáceres; y Campo Arañuelo I, II y III (50 MW cada una), en la comarca de Almaraz.