El interés por la Formación Profesional está despertando. En la última década ha crecido un 30% el número de alumnos que se decantan por estas enseñanzas tanto de grado medio como superior, suponiendo el 23% del total de los extremeños de entre 16 y 25 años.

Solo durante el pasado año el incremento fue del 10% respecto al curso anterior. Un crecimiento que se mantiene este año a falta de conocer los últimos datos tras las matriculaciones de septiembre, que estiman un aumento tanto en la Formación Profesional como en bachillerato --en general, el alumnado no universitario ha caído un 12%--. Pero pese a este incremento los ciclos siguen sin tener el peso que deberían en la formación posobligatoria --con una tasa de abandono del 35%--, al menos el que se aconseja desde la Unión Europea, que avisa de que el 85% de los jóvenes deberán tener un nivel educativo equiparable a la FP de grado medio para tener un empleo la próxima década.

Y es que en Extremadura sobran universitarios y faltan jóvenes atraídos principalmente por esta formación media, al igual que ocurre a nivel nacional tal y como refleja el último estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Panorama de la Educación .

Prueba de ello es que "el 44% de titulados universitarios desempeñan trabajos que requieren menos formación, debido entre otras cosas a que los puestos correspondientes a titulados de grado medio que no se ocupan por ellos, ya que hasta ahora nadie se ha preocupado por la FP". Resaltando este dato del informe de la OCDE explica el presidente de Enseñanza de CSI-F, Adrián Vivas, uno de los lastres de la educación en Extremadura puesto que influye decisivamente en el abandono escolar, que dobla en la región la media europea.

Según el responsable de la federación de Enseñanza de CCOO, Tomás Chaves, ganar titulados medios es clave para desarrollar el sistema productivo al que quiere llegar la región. En la actualidad alcanzan cifras de graduación anuales inferiores al 20% en Extremadura, frente al 38% de España y el 52% de Europa --media a la que se quiere llegar en el 2020--, según el informe. "En Extremadura tenemos muchos universitarios y pocos titulados medios, cuando debería ser al contrario, pues estamos en una comunidad eminentemente agrícola y ganadera, con pequeña y media empresa", insiste Vivas.

Este importante déficit, que ahora la Consejería de Educación se afana en paliar, responde a la histórica estructura social del país. "En los 60 se produjo un importante avance social y las familias empezaron a tener mayor preferencia por la universidad aunque se intentó corregir años después sin éxito. Esto generó un desgaste en la consolidación social de la Formación Profesional, un rechazo que aún pervive", comenta Chaves.

Con tal panorama tanto CSI-F como CCOO están convencidos de que la FP debe ser la apuesta de la consejería, como viene siendo en los últimos años tras un aumento de las familias profesionales y de plazas. "Los recursos son limitados, máxime en los tiempos que corren, por lo que hemos pedido a la consejería que racionalice esos medios, y elabore una oferta formativa acorde a las necesidades de la comunidad y por supuesto a las demandas de los alumnos", explica Vivas, ya no solo para adaptar la demanda laboral de la región sino también para frenar el abandono, a lo que pueden ayudar en gran medida los Programas de Cualificación Profesional Iniciales (PCPI).

Para ello Vivas reclama que se impartan estos en todos los ciclos, así como se atienda la petición de los alumnos. "Este año por ejemplo en el ciclo de Estética se han quedado 40 alumnos fuera, puesto que solo se imparte un ciclo en Extremadura que tiene 20 plazas, teniendo espacio y medios; Imagen y Sonido, es otro ejemplo".