Con 41 años, el cacereño Francisco Acedo será uno de los privilegiados que asistirá a la coronación del nuevo Papa, una incógnita a la espera del cónclave de cardenales en la Santa Sede. Pendiente del proceso de relevo de Benedicto XVI, a este doctor honoris causa en Ciencias Nobiliarias por la Universidad de Ruggero II (Italia) que reside en Cáceres le llegan a diario correos del Vaticano para mantenerle informado de todo lo que ocurre en la curia.

¿Pero qué papel desempeña este extremeño en la Santa Sede? Acedo fue elegido en el 2008 como secretario general del Instituto de Estudios Históricos Beato Pío IX y también forma parte desde el 2011 de la Pontificia Accademia Cvltorvm Martyrvm. Tiene la condición de sodales, un antiguo título romano que recibían los sacerdotes y que ya pueden ostentar también los laicos.

Acedo es el único español no cardenal que forma parte de esta segunda academia, con 50 miembros en todo el mundo, una de las que dependen de la Curia Pontificia para prestar asesoramiento a las congregaciones del Vaticano, es decir, a los ministerios del gobierno de la Santa Sede en materias como el culto y la disciplina de los sacramentos y la causa de beatificación de santos. También pueden ser requeridos para este tipo de tareas por la secretaría de Estado del Vaticano o la Casa Pontificia.

Para poder cumplir esta función, el académico suele viajar cada dos meses a Roma donde ya ha tenido la oportunidad de compartir misa con Benedicto XVI. Pero no cualquiera puede formar parte de una academia. Tiene que haber sido propuesto como mínimo por otros dos académicos y contar con la autorización del obispo de su diócesis, además de recomendaciones de la jerarquía.

Las reflexiones

Tras casi dos años en el Vaticano, Acedo habla con pasión de una experiencia única para él. Además de las reuniones de trabajo a las que acude, también lo hace a ceremonias públicas en las que se requiere la presencia de los académicos. De hecho, cada vez que viaja tiene asignada su residencia en el palacio apostólico de Santa María en Camposanto. Aunque reside en Cáceres, Acedo ya depende de una vicaría vaticana, pero sin tener la ciudadanía.

En la Pontificia Accademia Cvltorum Martyrvm es el más joven. Comparte mesa con otros académicos, principalmente profesores e intelectuales italianos, la mayoría por encima de los 70 años. De la curia explica que, "aunque se puede pensar en ella como algo abstracto y lejano, cuando estás allí es una institución como otra cualquiera". Asegura que la mejor lección aprendida ha sido "el silencio" porque, dice, "la Santa Sede se expresa mucho mejor callando que hablando".