NATURAL DE VILLAFRANCA DE LOS BARROS (BADAJOZ)

EDAD 28 AÑOS

PROFESION PSICOPEDAGOGO

TRAYECTORIA MIEMBRO DE JUVENTUDES SOCIALISTAS DESDE HACE AÑOS, FUE CONCEJAL DE JUVENTUD DE VILLAFRANCA EN LA PASADA LEGISLATURA

Sin visualizar aún el horizonte de los treinta años, Francisco Jiménez Araya, nacido en Villafranca de los Barros, afronta con gran ilusión su elección como Senador por la provincia de Badajoz por el PSOE.

--Joven y con una trayectoria de participación muy activa desde el mundo de la política, la juventud y el municipalismo en los últimos años. ¿Fue eso vital en la renovación en las listas que potenció la presencia de savia fresca en la forma de hacer una política más cercana a la ciudadanía?

--Así, casi de forma idéntica, lo había definido el secretario general provincial del PSOE, cuando dijo que las listas eran una mezcla de veteranía y de juventud o gente nueva. En este caso se da esa mezcla y seguramente haya tenido algo que ver el que hayamos iniciado desde muy temprana edad la participación en movimientos asociativos de distinto tipo tanto en Villafranca como en la Universidad, también a nivel provincial con Juventudes Socialistas- Es posible que eso haya demostrado, cuando menos, que eres una persona comprometida y que el trabajo en absoluto te asusta, todo lo contrario, siempre son retos nuevos los que afrontar.

--Sin embargo, tal y como está la actualidad, ¿hay que ser valiente para estar hoy en el mundo de la política?

--Pues no sé si hay que ser valiente o no, pero lo que sí es cierto es que hoy no tienen buena prensa los políticos, y es por el demérito de unos pocos. Personalmente estoy convencido de que una gran mayoría de los políticos y concejales, casi siempre anónimos, hacen una ardua labor por la gente de su pueblo. Además, en la mayoría de los casos, no voy a decir altruistamente, pero sí sin esperar nada especial a cambio.

--Pero, ¿hay que tener valor?

--Más que valor lo que hay que tener es compromiso, compromiso con tu gente, tu pueblo, tu barriada, tu asociación-, y sobre todo muchas ganas.

--Con una trayectoria en materia política de tantos años, a pesar de la juventud, este paso podía llegar en un momento o en otro. ¿Cambiará mucho la vida a partir de ahora?

--Pues no sé, lo que se me plantea primero es que tengo que cambiar de tipo de trabajo. No creo que me cambie la vida, pues aunque el salto no es banal, no tiene porqué cambiar la vida especialmente. Hasta ahora trabajaba en la región y tendré que irme de Badajoz a Madrid, eso es lo que más me va a cambiar, pero seguiré volviendo los viernes a mi pueblo y no entiendo que deba cambiar más. Aunque en cuanto a la persona, probablemente adquiera mayores competencias en determinados campos y ya no solo que se produzca un aprendizaje en mí, sino que tenemos que estar para otras cosas porque el Senado no es ninguna banalidad y hay que ser la voz de la provincia, con contundencia y defendiendo siempre los intereses de nuestros alcaldes y de nuestros compañeros.

--¿Cómo vivió la noche del 9 de marzo, la noche electoral?

--Pues paradójicamente era uno de los más tranquilos en la sede del PSOE de Villafranca, como si no pasara nada, es más, estaba un poco con la cara larga porque había cosas que no me estaban gustando. La victoria era evidente, pero me esperaba algo más de Madrid, de Valencia,- le estaba dando vueltas a la cabeza y me decían "alegra la cara", si vamos a estar cuatro años más gobernando que es de lo que se trata. Pero yo estaba tranquilo, lo viví con absoluta normalidad, como si no pasase nada.

--¿Es que es un inconformista?

--No sé si soy inconformista, lo que sí sé es que nunca acabo de ver el trabajo bien hecho, el trabajo perfecto no existe, pero es lo que yo siempre busco. Desde que fui concejal, que me acuerdo que me llamó el alcalde y estaba en Oporto, hasta ahora, todo me ha sucedido de manera imprevisible, y yo siempre he ido aceptando los retos que se me han ido planteando con absoluta normalidad. Siempre los he visto todos como un motivo más para progresar como persona y también como político, y nunca me han asustado.